Jardines botánicos de Venezuela en la mira

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La Importancia de la Biodiversidad Subterránea: Explorando los Ecosistemas del Suelo

(*) Por Diego Díaz Martín

Cuando pensamos en biodiversidad, es natural que nuestra mente nos lleve a los exuberantes bosques, los vastos océanos, las gigantes montañas o las megadiversas selvas tropicales. Sin embargo, debajo de nuestros pies, se encuentra un universo esencial para la vida en la Tierra del que poco se habla, pese a su gran importancia.

Los ecosistemas del suelo albergan una extraordinaria diversidad de seres vivos, desde bacterias y hongos hasta nematodos, artrópodos y pequeños vertebrados. Estos organismos desempeñan roles fundamentales en numerosos procesos ecológicos esenciales, como la descomposición de materia orgánica, el ciclo de los nutrientes, la fijación de nitrógeno, la formación de agregados de suelo que influyen en su estructura y porosidad, y hasta la regulación del clima local, por citar solo algunos.

Uno de los aspectos más significativos de la biodiversidad subterránea es su papel en la salud de los suelos. Las comunidades microbianas, por ejemplo, son responsables de la descomposición de la materia orgánica, liberando nutrientes esenciales para el crecimiento de las plantas. Sin esta actividad microbiana, los suelos se volverían estériles y poco aptos para el cultivo.

Además, muchos organismos del suelo son clave en la lucha contra la erosión y la desertificación. Las redes de raíces de las plantas, junto con la actividad de los organismos del suelo, ayudan a mantener la estructura del suelo y a prevenir la pérdida de nutrientes y agua por la escorrentía.

La biodiversidad subterránea también tiene implicaciones importantes para la salud humana y el bienestar. Por ejemplo, algunos microorganismos del suelo pueden actuar como agentes de control biológico, ayudando a combatir plagas agrícolas y enfermedades de las plantas, lo que reduce la necesidad de pesticidas químicos.

Finalmente, la diversidad genética de los seres vivos en el subsuelo, le confiere a sus ecosistemas una mayor capacidad de adaptación frente a cambios ambientales, aumentando su resiliencia frente a perturbaciones. De allí que los suelos sin biodiversidad sufren una disminución en su fertilidad y en la capacidad de retención de agua, lo que puede llevar a su degradación y la pérdida de productividad agrícola.

Los ecosistemas del suelo y la biodiversidad subterránea son fundamentales para la salud y la sostenibilidad de los ecosistemas terrestres. Reconocer y proteger esta riqueza biológica es esencial para garantizar la sostenibilidad de la vida en nuestro planeta.

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(*) Fundador y Director General de Vitalis. Académico universitario de la Red de Universidades de Anahúac en México. Contacto: www.linkedin.com/in/ddiazmartin

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Jardines botánicos: más allá de lugares para la ciencia y la conservación

(*) Por Cecilia Gómez Miliani

Cada segundo viernes del mes de octubre se celebra el Día Mundial de los Jardines Botánicos. Es un día dedicado a recordar la importancia y valor que tienen estas organizaciones no solo para la conservación e investigación sobre las especies de la flora local sino también para acercar ese conocimiento a la gente.

Los jardines botánicos ofrecen oportunidades únicas para informar y educar a un público muy variado. Se estima que los jardines botánicos y arboretos del mundo  reciben aproximadamente 150 millones  de visitantes al año, lo que destaca la importancia de su existencia en las ciudades. Estos espacios a veces serán los lugares que los ciudadanos tendrán más cerca para poderse adentrar en un espacio seminatural. De allí su valor dentro de las ciudades.

La diferencia fundamental entre los jardines botánicos y otras áreas verdes urbanas radica en sus colecciones de plantas. Las plazas y parques urbanos contienen especies de plantas organizadas en forma estética o arquitectónica. Para los jardines botánicos lo importante es mantener exhibiciones de colecciones de plantas vivas con acceso al público, agrupadas siguiendo un criterio que facilite no solo su estudio sino también que muestre a los visitantes elementos que despierten interés. Estas colecciones deben estar debidamente registradas de manera que se permita hacer un seguimiento al comportamiento de las especies fuera de su hábitat natural. Los registros de plantas junto con los herbarios son la fuente principal de las investigaciones dentro de los jardines botánicos.

Los cuatro propósitos fundamentales que tienen estas organizaciones y que deben llevarse a cabo en forma conjunta para que sus resultados sean realmente efectivos son:

  • Conservación de las especies de plantas de una región, especialmente las que tienen algún grado de amenaza, las endémicas o las de interés económico.
  • Investigación sobre esas plantas en cuanto a usos, distribución, grado de conservación.
  • Educación, a todos los niveles, en todas sus formas y dirigida a todos los públicos.
  • Recreación, como lugares para el esparcimiento, el relax y la contemplación.

La información generada por las actividades de conservación y manejo de especies debe ser conocida tanto por los visitantes como por la comunidad donde se encuentra el jardín botánico. Por otra parte, el potencial educativo de las colecciones de plantas es infinito, razón por la cuál incorporar las visitas a los jardines botánicos locales es una experiencia que no debe ser dejada de lado.

Potenciar el interés de las personas por la vida vegetal y despertar el deseo de colaborar con las acciones que se emprendan dentro de los jardines botánicos serán parte importante de su gestión. Este es uno de los retos fundamentales de los jardines botánicos hoy.

Si quieres comprender la importancia de los jardines botánicos como espacios naturales urbanos útiles para establecer una conexión entre los ciudadanos y el ambiente te invitamos a inscribirte en nuestro curso “Jardines botánicos y ciudadanía ¿cómo involucrarnos?” escribiendo un correo a cursosvirtuales@vitalis.net

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(*) Ingeniero de los Recursos Naturales Renovables, Magister en Gerencia Ambiental y Doctora en Ciencias Económicas y Empresariales. Líder Global de Contenidos Digitales y Directora del Campus Virtual de Vitalis. Contacto: https://www.linkedin.com/in/cecilia-g%C3%B3mez-miliani-4311644a/

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Ciudades sin arboles: la mutilación verde

(*) Por Cecilia Gómez Miliani

Los árboles son una de las formas más antiguas y fundamentales de vida en nuestro planeta. Han existido por millones de años y han sido una parte importante de los ecosistemas terrestres. Incorporados como parte del paisaje urbano, conforman las denominadas áreas verdes, las cuales son esenciales para la calidad de vida de los ciudadanos.

Existe una amplia gama de beneficios ecológicos, sociales y económicos que brindan los árboles dentro de las ciudades:

  • Son esenciales para la salud y el bienestar de las personas, existiendo estudios que han demostrado que los espacios con árboles pueden reducir el estrés, mejorar la salud mental y fomentar la actividad física.
  • Pueden aumentar el valor de las propiedades cercanas y atraer a turistas y visitantes.
  • Proporcionan hábitat y alimento para muchas otras especies, lo que aumenta la biodiversidad urbana.
  • Pueden ayudar a mitigar los efectos del cambio climático al absorber el dióxido de carbono y otros contaminantes del aire.
  • Contribuyen a regular la temperatura al proporcionar sombra y aumentar los niveles de humedad del aire.

A pesar de todos estos beneficios, en los últimos años la poda severa y la mutilación de árboles se han convertido en prácticas comunes dentro de nuestras ciudades. Estas acciones pueden dañar seriamente a las especies y también al ecosistema urbano.

La poda incorrecta puede afectar la salud del árbol y su capacidad para crecer y desarrollarse adecuadamente. La mutilación, que implica la eliminación de grandes cantidades de ramas o del tronco del árbol, puede debilitarlo y hacerlo más susceptible a enfermedades y plagas, lo que a la larga acarrearía problemas adicionales pues pueden hacerse más propensos a caerse y causar daños a las propiedades aledañas o provocar lesiones a las personas.

Hacer que la sociedad comprenda la importancia de la conservación de los árboles, y evite su mutilación o poda severa es una tarea fundamental en nuestros días. Para ello la educación, concienciación y sensibilización son la clave.

En este sentido, las comunidades pueden trabajar juntas para identificar los árboles más importantes dentro de sus áreas de influencia y crear un plan de conservación para protegerlos. Los gobiernos pueden establecer regulaciones y políticas que limiten la mutilación de los árboles y promuevan su poda adecuada. Las empresas de mantenimiento del cableado aéreo de electricidad, telefonía y otros servicios, deben entrenar a su personal para que puedan hacer un trabajo que no afecte a los árboles.

De esta manera autoridades, empresas y sociedad en general tomarán parte de las acciones y medidas para proteger el arbolado urbano y promoverán su gestión sostenible. Esto es esencial para garantizar su supervivencia y preservar así su papel fundamental para la biodiversidad urbana, garantizando que puedan seguir siendo una parte importante de las ciudades del futuro y de nuestro patrimonio natural.

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(*) Ingeniero de los Recursos Naturales Renovables, Magister en Gerencia Ambiental y Doctora en Economía y Administración de Empresas. Directora del Campus Virtual de Vitalis. Correo electrónico: cgomez@vitalis.net

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La biodiversidad grita, pero pocos le oyen.

Por. Diego Díaz Martín*, @DDiazMartin

Diversos científicos sugieren que existen alrededor de 8,7 millones de especies de animales, plantas, hongos y otros organismos vivos en el planeta. Sin embargo, hasta ahora solo se han identificado y descrito alrededor de 1,2 millones de especies, la mayoría de las cuales son insectos.

Si tales afirmaciones son ciertas, la ciencia tendría aún pendiente por descubrir y catalogar más de 80% de la biodiversidad del planeta, seguramente refugiada en los fondos de los océanos y bosques prístinos del planeta, incluyendo la multidiversidad de sus ecosistemas en los suelos y cuerpos de agua.

Pese a su incuestionable importancia, y a la capacidad de las especies de resistir y adaptarse a los cambios planetarios, las actividades humanas están acelerando su tasa de extinción, alterando sus procesos ecológicos esenciales y fenómenos evolutivos, amenazando con ello la compleja red de interacciones que ocurren en el planeta, con impactos insospechados sobre la misma naturaleza, el planeta, y por supuesto, sobre nosotros mismos.

De acuerdo con la Plataforma Intergubernamental de Ciencia y Política sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES, según sus siglas en inglés), la naturaleza está disminuyendo globalmente a un ritmo sin precedentes en la historia de la humanidad, y el ritmo de extinción de las especies se está acelerando, con graves impactos en las personas de todo el mundo. Basados en un análisis técnico en el que participaron 143 expertos de 50 países y basados en el análisis de más de 15 mil fuentes científicas y gubernamentales, concluyen que alrededor de 1 millón de especies de animales y plantas están amenazadas de extinción, un número sin precedentes en la historia de la humanidad.

Por su parte, la Lista Roja de la Unión Mundial para la Conservación (UICN) señalan que más de 40.000 especies están en peligro de extinción, lo cual representa el 28% del total de las especies evaluadas por expertos alrededor del mundo. Este número, sin dudas, es preocupante.

La importancia de la biodiversidad es indudable, no solo porque proporciona ecosistemas funcionales que suministran oxígeno, aire y agua limpios para todos, sino que también es base de la polinización y la producción de alimentos, así como del control de plagas, tratamiento de aguas residuales y muchos otros servicios ecosistémicos. Adicionalmente, la biodiversidad provee oportunidades para la recreación, como la observación de aves, caminatas al aire libre, campamentos y pesca. También es esencial en el turismo de muchas regiones del mundo, sustentando la economía local.

Muchas son las acciones que podemos y debemos hacer para contribuir con la conservación de la biodiversidad e impulsar el desarrollo sostenible, como por ejemplo, garantizar la preservación y manejo de  las áreas naturales, recuperar los hábitats y ecosistemas degradados, promover la recuperación de especies amenazadas, profundizar la investigación para valorar la situación de la biodiversidad en vida silvestre y en cautiverio y reducir el comercio ilegal de vida silvestre, entre otras.

A lo anterior debemos agregar la mitigación del cambio climático, la adopción y puesta en marcha de acciones gubernamentales internacionales que impulsen el cumplimiento de los acuerdos internacionales y la cooperación científica y técnica para impulsar la gestión de los jardines botánicos, bancos de germoplasma, acuarios y zoológicos, con estrictos fines de preservación y conservación.

La crítica situación de la biodiversidad mundial es un grito que pocos oyen. Es vital actual con estrategia, responsabilidad y compromiso para hacer valer su voz.


  • Fundador y Director General de Vitalis. Profesor Universitario. Biólogo, Maestro en Gerencia Ambiental y Doctor en Ingeniería en favor del desarrollo sustentable. ddiazmartin.com
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Fauna silvestre y sustentabilidad

Por Martín Correa-Viana (*)

La concepción del uso racional de los recursos bióticos guarda paralelismo con el albor de nuestros antepasados. Sin los conocimientos y técnicas actuales, de manera quizás intuitiva, Homo sapiens, durante el Paleolítico, aplicó pautas para recolectar especies vegetales, aprovechar organismos animales y preservar los hábitats asociados.

En 262 aC Azoca en la India, promulgó un edicto para proteger los bosques y animales montaraces. A lo largo del siglo XVIII, los leñadores alemanes mantuvieron un balance “sustentable” entre la tala y el cuidado de los árboles.

Durante los años 80 del siglo pasado, se introdujeron los términos biodiversidad (Walter G. Rosen, 1986) y Desarrollo Sustentable (Comisión Mundial de Medio Ambiente y Desarrollo, 1988), impulsando la internalización de una nueva visión para utilizar los recursos ambientales.

El concepto de biodiversidad cambió la perspectiva de valorar a los organismos vivos usando como criterio preferente su variedad. Se incorporó la variabilidad desde las variantes genéticas propias de la especie al conjunto de especies, géneros, familias y niveles taxonómicos superiores; para abarcar comunidades, ecosistemas, paisajes, componentes abióticos y las condiciones en las cuales viven los organismos.

El término Desarrollo Sustentable se propuso para disipar la ambigüedad entre desarrollo y crecimiento. Su objetivo es satisfacer las necesidades de la generación actual sin menoscabar el derecho de las futuras generaciones de acceder y utilizar los recursos para suplir sus propios requerimientos. Desde un enfoque bioecológico, la sustentabilidad se relaciona con la perennidad productiva de los sistemas biológicos, el funcionamiento de los ecosistemas, la continuidad espacial y temporal de los servicios que éstos prestan y el equilibrio dinámico entre las especies y los recursos de su entorno.

Nuestra subsistencia depende de la biodiversidad. En consecuencia, para diseñar un plan de desarrollo sustentable de la fauna silvestre se necesita información acerca de:

1. Amenazas,

2. Acciones para eliminar o minimizar esas amenazas,

3. Identificación y valoración del patrimonio zoocultural material e inmaterial y

4. Composición, estructura y función desde el nivel gen hasta el paisaje. Esto es: la heterósis, especies presentes, su riqueza y abundancia relativa, abundancia relativa de los ecosistemas, grado de conectividad y fragmentación de los hábitats, número de hábitats, ecología poblacional, polinización, ciclos de nutrimentos, perturbaciones naturales, entre otras.

En este sentido, un plan de desarrollo sustentable para la fauna silvestre contemplaría:

1. Análisis y redimensión de las políticas nacionales.

2. Revisión y adecuación de leyes para eliminar actividades ilegales y fiscalizar proyectos susceptibles de afectar negativamente a la fauna silvestre, regular la cacería consuntiva, ordenar la actividad cinegética y los zoocriaderos.

3. Elaboración y ejecución de planes estadales y municipales con participación de comunidades indígenas y locales.

4. Restauración y creación de áreas protegidas.

5. Establecimiento de centros de rescate y rehabilitación.

6. Fundación y fortalecimiento de estaciones biológicas y centros universitarios dedicados a la investigación.

7. Promulgación de normas para establecer y manejar reservas privadas de biodiversidad y estaciones biológicas en hatos y haciendas.

Resulta incuestionable que la humanidad tiene en la biodiversidad su tesoro más preciado y la fauna silvestre es uno de sus componentes inestimables.

En Vitalis hemos hecho un esfuerzo divulgativo para apoyar la conservación de especies de fauna silvestre con una campaña denominada “Tu Casa No es Su Casa” ¿Quieres saber de qué se trata? Escríbenos a info@vitalis.net.

También puedes revisar el artículo escrito por el Presidente de Vitalis sobre el comercio de fauna silvestre denominado “No seas cómplice de su extinción: Animales silvestres no son mascotas”

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*Biólogo, Master of Science y Doctor en Zoología Agrícola. Investigador del antiguo Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales Renovables (MARNR) en Venezuela, Profesor titular, docente e investigador de la Universidad Nacional Experimental de los Llanos Ezequiel Zamora (UNELLEZ).

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Biodiversidad en tiempos de pandemia: el día después

*Cecilia Gómez Miliani, Dra. @cecigomezmi

En el año 2010 History Channel emitió un documental denominado La Tierra sin Humanos en el que, gracias al trabajo de la tecnología y a la asesoría de ingenieros, botánicos, ecologistas, biólogos, geólogos, climatólogos y arqueólogos, se narra lo que sucedería si la raza humana desapareciera de la faz de la Tierra.

Durante estos últimos meses, cuando la pandemia por el Covid-19 nos ha llevado a limitar nuestra movilización y permanecer dentro de nuestros hogares, los medios de comunicación y las redes sociales han reportado como los jabalíes pasean por las calles de España o de Italia, los delfines se acercan a los puertos de Cerdeña, los peces se apropian de los canales de Venecia y los ciervos llegan a los parques públicos de Japón. En este punto vale la pena preguntarnos: ¿Realmente le estamos dando un respiro a la naturaleza? ¿Podremos ver lo que en parte nos mostró el documental de 2010?

Según la Organización Mundial de la Salud, los primeros casos de coronavirus (Covid-19) fueron reportados en diciembre de 2019, y no es sino hasta marzo de 2020 cuando este mismo organismo caracteriza al brote de este nuevo virus como una pandemia, término que significa que ésta es una enfermedad epidémica que se extiende simultáneamente por varias partes del mundo. A medida que el virus fue ganando terreno, los países fueron decretando cuarentenas para su población, unas más estrictas que otras. 

Desde que se reportaron los primeros casos hasta hoy, apenas han transcurrido 4 meses. Veamos algunos ejemplos que nos permiten revisar si este tiempo es suficiente para que el ambiente se recupere en forma natural:

  • Los elementos primarios de todo ecosistema son los organismos vegetales. Allí comienzan las llamadas cadenas alimenticias que son la base de las relaciones entre los entes vivos de un espacio geográfico determinado. Dependiendo del daño (tala, deforestación, incendio) un bosque puede tardar entre 10 y 100 años para restaurarse.
  • En el caso de la fauna silvestre el período de restablecimiento depende de la especie. Por poner un ejemplo, en México, la recuperación del lobo gris mexicano (Canis lupus baileyi) se ha tomado más de 20 años

Sumado a esto es importante señalar que aunque estamos “cautivos” en nuestros hogares, seguimos generando residuos sólidos, seguimos utilizando la electricidad que en muchos países proviene de plantas termoeléctricas, seguimos usando el agua y, por lo tanto, contaminándola… así que el descanso que le estamos dando a la Tierra es muy relativo.

La presencia de fauna silvestre en zonas urbanas tal vez puede deberse a que son especies cuyos espacios naturales hemos invadido y que, al no conseguir su sustento, lo buscan en nuestras calles y plazas, ahora desiertas. También cabe pensar que, tal vez, en nuestro cautiverio nos hemos vuelto más observadores, más atentos, y tenemos el tiempo para contemplar y escuchar las aves que siempre surcaron nuestro cielo pero que con nuestra vida agitada no habíamos percibido.

Ojalá que este tiempo sirva para entender la dimensión exacta y comprender la gran responsabilidad de nuestra presencia en este punto del Universo; que finalmente comprendamos que solo somos una pequeña parte de este gran ecosistema que se llama Tierra.


*Ingeniero de los Recursos Naturales Renovables, con Maestría en Gerencia Ambiental y Doctorado en Economía y Administración de Empresas. Docente Jubilada de la Universidad Ezequiel Zamora-Venezuela. Directora del Campus Virtual de Vitalis – cgomez@vitalis.net

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Conservación de la biodiversidad ex situ: Tecnológicamente posible.

Por Ing. Adileny Salinas (*)

La biodiversidad es la variedad de la vida y se ha visto amenazada debido a la extinción de las especies. No obstante, la tecnología nos apoya en la conservación de la diversidad biológica de dos maneras: dentro y fuera del hábitat natural, a esta última se le llama conservación ex situ.

El término ex situ se refiere a la diversidad biológica que se encuentra en cautiverio o en colecciones. El objetivo de este tipo de conservación es reducir el riesgo de extinción o restablecer la diversidad biológica en el hábitat natural; dichos hábitats existen en dos modalidades: Bancos de germoplasma, los cuales son depósitos que garantizan material vegetal como semillas, esporas, etc.; y por otro lado los centros, lugares como los zoológicos, acuarios y jardines botánicos.

En los bancos la aportación de las tecnologías se hace presente en la búsqueda de sistematizar, digitalizar y compartir información. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, tiene una red de información sobre Recursos Fitogenéticos, donde se facilita el acceso a los materiales genéticos, pudiéndose encontrar cuestiones como: expertos, crecimiento y comportamiento de las especies.

Otro caso dentro de los centros existe el desarrollo de Apps, un ejemplo es el Real Jardín Botánico de Madrid que ofrece opciones de recorridos interactivos y adaptados a cada usuario incluyendo trayectos para personas con movilidad limitada. Otro caso ahora en México, el Acuario de Veracruz dentro de su labor de la conservación y como centro de investigación; desarrolla actividades como el monitoreo de la marea roja a través de técnicas microbiológicas; aunado a lo anterior el centro es pionero en la reproducción de medusas en cautiverio.

Sin duda, el uso de las tecnologías contribuye al conocimiento entre científicos, tomadores de decisiones y público general. Además de que aporta a las tres dimensiones de la sustentabilidad: ambientalmente se percibe por sí solo, económicamente sin recursos naturales no se puede dirigir a las naciones hacia un crecimiento; y por supuesto los usos y costumbres de las comunidades relacionadas con la biodiversidad que dan pie a la cultura rica y fuerte. Por ende, la conservación de la biodiversidad es esencial para el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.


(*) Se describe como una persona que cree que la suma de voluntades bajo un enfoque de base científica sólida, que puede guiar hacia el desarrollo sustentable. De formación Ingeniero Ambiental especialista en Economía del Medio Ambiente y Recursos Naturales.

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Biodiversidad y tecnología, la mejor combinación.

Por Ing. Regina Meléndez (*)

La vida en nuestro planeta comenzó hace aproximadamente 3.5 miles de millones de años y a la par se dio el inició de la biodiversidad. La biodiversidad es la variedad de especies vivas que habitan en nuestro planeta, desde los virus microscópicos y las plantas más pequeñas, hasta los animales más grandes, y extensos paisajes. La tecnología, de manera general, es la aplicación del conocimiento para generar nuevos métodos, procesos, servicios, dispositivos e innovación.

La biodiversidad es una pieza fundamental para la vida del ser humano, ya que es quien nos mantiene en un estado de salud óptimo, otorgándonos agua, aire y alimento. Durante muchos años los seres humanos no fuimos conscientes sobre la importancia que tiene para nuestro desarrollo y sobrevivencia. Nos encargamos de consumirla sin control, les dimos un valor monetario a los animales y los matamos para obtener sus pieles, colmillos, patas, cuernos o solo por diversión; deforestamos áreas para construir grandes ciudades, fábricas, campos de cultivo y no pensamos en el daño que nos hacíamos.

Ahora vemos las consecuencias de nuestros actos, empezamos a despertar e iniciamos la remediación de nuestro daño. Las Naciones Unidas declaró los años 2010-2020, como la década de la biodiversidad; se iniciaron movimientos para su cuidado, conservación y preservación. Las 20 metas de Aichi, invitan a todo el mundo a crear una nueva conciencia y la meta número 19, nos habla sobre el involucramiento de la tecnología para poder avanzar en la conservación de la biodiversidad y que debe trasmitirse.

Hoy en día existen diferentes fundaciones, organizaciones e instituciones, gubernamentales y privadas en todo el mundo que han unido sus fuerzas para la generación de tecnologías que nos ayuden al cuidado y conservación de la biodiversidad, por ejemplo: el uso de GPS, drones, impresiones 3D, satélites, cámaras infrarrojas, códigos de barras, chips, collares de identificación y más.

Aún falta mucho por avanzar, ya que lo que se está haciendo no es suficiente para revertir el daño a corto plazo, se necesita una sociedad más involucrada, además de solidaridad y preparación, para así ayudarle a la naturaleza a revertir los daños causados.

Conservar  y cuidar la biodiversidad es responsabilidad de todos, ya que solo tenemos un planeta y apoyarnos de las nuevas tecnologías para evitar su pérdida, nos ayuda a cumplir cada una de nuestras metas y mejorar nuestro calidad de vida.


(*) Ingeniería Agrícola en la UNAM y actualmente estudió el posgrado en Tecnologías para el Desarrollo Sustentable en la Universidad Anáhuac, tengo 8 años trabajando para la constructora ICA, como responsable del área de Medio Ambiente. regina.melendez@ica.mx

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¿Por qué se celebra el Día para la Protección del Oso?

Por Luisa Fernanda Tellez (*)

En el mundo existen ocho especies de osos, la mayoría en vía de extinción. Entre ellos el Oso Frontino o más conocido como el ‘Oso de Anteojos’ u ‘Oso Andino’, la única especie que se encuentra en América del Sur, específicamente en países de la zona andina como Colombia, Venezuela, Perú, Ecuador y Bolivia. Por tal motivo y con el objetivo de generar conciencia sobre la biodiversidad, se conmemora el 21 de febrero como el Día Internacional para la protección de los Osos.

Aunque no se conoce el dato exacto de cuántos Osos Frontinos quedan en el mundo, de acuerdo a información encontrada en los Libros Rojos, el Oso Frontino se encuentra en condición Vulnerable, lo que significa que ha habido una disminución del 90% de su especie en los últimos 10 años colocándolo en alto riesgo de desaparecer.

Algunas causas de la reducción de esta especie están relacionadas por las actividades que realizamos los seres humanos en los hábitats que el Oso Andino habita, entre ellas se encuentran:

  • Falta de conocimiento de los hábitats donde predomina esta especie
  • Reducción de sus hábitats por actividades como la tala y quema de árboles y ampliación de fronteras agrícolas y ganaderas
  • Cacería indiscriminada
  • Políticas públicas ineficientes para su conservación

Pero ¿qué tiene de especial la especie del Oso Frontino?

  • Su principal característica son sus manchas de color amarillo alrededor de sus ojos y parte de su pecho, de ahí el nombre frontino que significa “con mancha en la frente”. No existen osos con manchas iguales, lo que se considera una marca única, semejantes a las huellas digitales en los humanos.
  • Se conoce como una especie ‘sombrilla’; debido a que realiza grandes desplazamientos en búsqueda de alimentos también se hace necesario preservar otras especies vegetales y animales que habitan con él, por lo que representa un tesoro biológico.
  • Su hábitat típico es el bosque andino nublado y el páramo en los Andes.
  • Es tímido y pacífico, por lo que no se considera una amenaza para los humanos.
  • Puede llegar a medir entre 1.20 mt y 1.80 mt y llega a pesar entre 90 y 120 kilogramos.

Entonces ¿cómo se puede ayudar en la conservación del Oso Andino?

  1. Interesarse por conocer esta especie y demás biodiversidad que existe en cada uno de los países.
  2. Apoyar iniciativas que estén relacionadas en la conservación de especies mediante divulgación de proyectos o en acciones voluntarias
  3. Cerciorarse si esta especie está cerca de donde te encuentras o vives

Por lo tanto, te invitamos a que te unas en la conservación del Oso Andino y así generar acciones por un mejor planeta.  

(*) Comunicadora Social y Periodista. Coordinadora de Comunicaciones de VITALIS Colombia

Foto: Cortesía de BBC Wildlife

 

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