Por Julio Cesar Centeno (*)

El Convenio de Minamata sobre el Mercurio es un tratado mundial para proteger la salud humana y el medio ambiente de los efectos adversos del mercurio.  Entró en vigor el 16 de agosto de 2017.

La primera Conferencia de las Partes se celebró del 24 al 29 de setiembre de 2017 en Ginebra, Suiza.

El Convenio trata sobre un metal usado a nivel mundial y omnipresente que, si bien es de origen natural, tiene un amplio uso en objetos cotidianos y se libera a la atmósfera, al suelo y al agua desde diversas fuentes.

El control de las emisiones antrópicas de mercurio a lo largo de su ciclo de vida ha sido un factor clave a la hora de determinar las obligaciones del Convenio. Sus aspectos más destacados incluyen:

  • la prohibición de nuevas minas de mercurio
  • la eliminación gradual de las existentes
  • la reducción del uso del mercurio en una serie de productos y procesos
  • la promoción de medidas de control de las emisiones a la atmósfera, a la tierra y al agua
  • la regulación del sector de la minería artesanal y a pequeña escala.
  • el almacenamiento de mercurio y su eliminación una vez que se convierte en residuo
  • los puntos contaminados de mercurio y temas sanitarios.

El mercurio se encuentra en una amplia variedad de productos, desde mascara, amalgamas dentales, termómetros y cremas para la piel, hasta miembros de la cadena alimenticia por contaminación de aguas, suelos y atmósfera. La Unión Europea (UE) acordó prohibir el uso de implantes odontológicos con mercurio en niños y mujeres embarazadas a partir del 2018.

El mercurio también se utiliza en multiples productos caseros, como lámparas fluorescentes, baterías e interruptores eléctricos. El 90% de los aparatos electrónicos son desechados sin reciclaje, unas 50 millones de toneladas al año, en donde el mercurio se encuentra junto a otros contaminantes peligrosos como cromo, cadmio, titanio, arsénico y plomo. Otra fuente de contaminación son los residuos de hospitales.

No hay niveles seguros a su exposición. Todos los seres vivos nos encontramos en riesgo cuando se emite. Los mas vulnerables son los niños, las mujeres embarazadas y las poblaciones que consumen agua o peces contaminados.

El metilmercurio (CH3 Hg+ ) es la forma de mercurio con mayor responsabilidad por la contaminación con mercurio de los peces y mariscos, así como de las aves y mamíferos que se los comen. Cuando una persona ingiere metilmercurio, el estómago y los intestinos lo absorben en forma mucho más completa que el mercurio inorgánico. Los principales efectos sobre la salud humana por exposición a metilmercurio son efectos neurotóxicos (parestesias, ataxia, neurastenia, pérdida de visión y audición) en adultos y toxicidad para los fetos de mujeres expuestas durante el embarazo. También se ha demostrado un efecto genotóxico que da por resultado aberraciones cromosómicas en poblaciones expuestas a metilmercurio

Minamata alude a esa pequeña comunidad costera japonesa que se dió a conocer cuando se confirmó en 1956 una de las peores tragedias humanas causadas por este metal pesado, al consumir sus integrantes peces con altos niveles de mercurio. No fueron sino las fotos del reportero norteamericano Eugene Smith tomadas en 1971 (véase algunas de ellas en este enlace) las que interpelaron al mundo sobre este drama humano, pese a los esfuerzos en Japón para que no trascendiera mayormente (véase nota sobre el libro de Eugene Smith y la

Hasta finales de mayo del 2013, el número total de pacientes certificados era de 2.977 (1.784 en la Prefectura de Kumamoto, 491 en la Prefectura de Kagoshima y 702 en la Prefectura de Niigata), de los cuales 646 (330 en la Prefectura de Kumamoto, 130 en la Prefectura de Kagoshima, y 186 en la Prefectura de Niigata) siguen con vida. Mientras tanto, el 16 de abril de 2013 el Tribunal Supremo dictó una sentencia para dos casos que demandan la anulación de las decisiones respectivas del gobierno de rechazar la solicitud de la certificación bajo la Ley de Indemnización.

La convención de Minamata es un paso agigantado hacia la supresión del uso de mercurio tanto en la minería como en actividades industriales. Establece el marco jurídico necesario para proceder contra quienes desacaten las regulaciones sobre la producción, el uso y la disposición de residuos de mercurio.

Unos 14 millones de mineros alrededor del mundo se encuentran expuestos al mercurio, especialmente en la explotación de oro por métodos artesanales en mas de 70 países. En la actualidad hay alternativas tecnicas y económicas para su eliminación en estas actividades.

A la fecha de su entrada en vigor, este convenio internacional de Minamata cuenta con 128 firmas y 74 ratificaciones (véase estado oficial de firmas y ratificaciones).

Si bien lo han firmado, no aparecen en la lista de Estados Partes por no haberlo ratificado para el 02 de Octubre 2017: Reino Unido, España, India, Italia, Nueva Zelandia, Rusia, Corea y Sudáfrica, a diferencia de Estados Unidos, Canadá, China, Alemania y Francia que sí lo han ratificado.

En América Latina figuran como Estados Partes Argentina, Bolivia, Brasil, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Honduras,  Perú, Nicaragua, Uruguay, México y Panamá. En este enlace está disponible un informe sobre la implementación de este instrumento internacional en América Latina y en el Caribe.

Con la notable excepción de Guatemala, Centroamérica es parte a este novedoso instrumento. Chile, Colombia y Venezuela han optado por no someterse aún a este tratado.

 

(*) jc-centeno@outlook.com