Por Selene Jovita Gonzalez Contreras (*) @seleneglezc
La salud y la alimentación están directamente relacionadas, pues una buena alimentación contribuye a mantener una buena salud, y lo contrario, la debilita. El tema es tan importante que en México se han realizado importantes esfuerzos para favorecer una apropiada nutrición, aunque algunos indicadores, como el del sobrepeso u obesidad, siguen encendiendo alarmas en diversos sectores.
Para muestra un botón. El 62.8% de la población mundial padece de sobrepeso u obesidad, y en México, este desorden alcanza al 71.2% de la población, ocupando el primer lugar mundial en obesidad infantil y el segundo en adultos. Estas cifras se han incrementado en los últimos años debido al desconocimiento y al mal manejo de los conceptos de salud y alimentación.
La Salud, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es un estado de completo bienestar físico, mental y social en donde es de vital importancia una equilibrada alimentación, entendiendo esta como el proceso consciente y voluntario de ingerir alimentos nutritivos para satisfacer la necesidad de comer.
Podemos tener salud mental pero no social, por la inseguridad física que se vive en algunas partes de la república. También podemos tener salud física pero no mental, como exceso de estrés; alimentándonos pero no necesariamente nutriéndonos. Recordemos que la nutrición es la ingesta de alimentos en relación con las necesidades dietéticas del organismo.
De lo anterior, quizás sería importante preguntarse… ¿qué tipo de salud y alimentación estoy teniendo? ¿lo hago desde un enfoque holístico? ¿cómo por comer o realmente me estoy nutriendo para conservar una buena salud?
En todos estos análisis, es muy importante considerar el índice de masa corporal (IMC), utilizado frecuentemente para clasificar el sobrepeso y la obesidad en adultos. La OMS define el sobrepeso como un IMC igual o superior a 25, y la obesidad como un IMC igual o superior a 30. Cuando este se encuentra elevado, aumenta el riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer, problemas cardiacos, infartos cerebrales y diabetes.
En el mundo, la diabetes representa el 14.5% de todas las causas de mortalidad por lo que se puede decir que uno de cada once adultos vive con diabetes. En México ocupamos el 6to lugar a en el mundo con esta enfermedad crónica, con una prevalencia del 9.4% en la población. Sin lugar a dudas, consecuencia de una mala alimentación y escasa o nula nutrición que no dependen precisamente de los recursos económicos con los que contemos.
¿Y que tiene todo esto que ver con el medio ambiente? La verdad, mucho. Nuestro entorno condiciona y determina nuestra salud, y tomamos de él, todo lo que necesitamos para alimentarnos. De allí que sea importante impulsar la seguridad alimentaria, propiciando todo lo necesario para producir los alimentos sanos y seguros que necesitamos para garantizar nuestro bienestar.
Tan importante es el tema de la alimentación y la salud, que en México se ha incluido en la estrategia llamada Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible basada en los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Recordemos que el tercer ODS refiere a la salud y el bienestar, procurando una vida sana y promoviendo el bienestar de todos, a cualquier edad.
Mucho queda por hacer en México donde, según cifras oficiales de 2014, se reporta que el 18.2% de la población carece de acceso a los servicios de salud.
La salud y la alimentación son dos temas vitales para el progreso de nuestro país. Sus implicaciones sociales y ambientales son indudables.
*Licenciada en Administración de Empresas, estudiante de la Maestría en Tecnologías para el Desarrollo Sustentable en la Universidad Anáhuac.
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