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El otro incienso: los desechos invisibles de la Semana Santa

(*) Por Gustavo Zúar

Cuando se habla de Semana Santa, se piensa en procesiones solemnes, pasos barrocos, incienso flotando entre los rezos y miles de fieles caminando en devoción.

Pero debajo de ese velo sacro, también se esconde otra realidad: una nube de residuos que no se ve, no se confiesa, pero sí se queda.

Mientras los focos suelen apuntar a los destinos turísticos saturados y los plásticos que deja el turismo masivo, hay una contaminación más silenciosa que también merece penitencia: los desechos generados por las propias celebraciones eucarísticas.

Y si bien nadie lleva la cuenta oficial de cuántos vasos de unicel, botellas de agua o envoltorios de velas se utilizan en nombre de la fe, el impacto existe. Y pesa.

México: la fe en envases desechables

 En muchas ciudades y pueblos de México, la Semana Santa es un acto de comunión comunitaria. Desde las celebraciones del Jueves Santo hasta la representación del Viacrucis el Viernes, las parroquias ofrecen agua bendita embotellada, panecillos en bolsas plásticas y, en algunos casos, hasta folletos litúrgicos impresos por millares, para una sola lectura. El uso de veladoras desechables se dispara, y las calles amanecen cubiertas de cera y residuos. Aunque la religiosidad popular tiene un alma viva y generosa, su huella ecológica aún no entra al confesionario.

Venezuela: devoción con sabor a improvisación

En Venezuela, la Semana Santa es vivida con una intensidad emocional que mezcla lo religioso con lo familiar y lo improvisado. Las misas al aire libre, tan comunes por la falta de infraestructuras, generan un uso alto de altavoces, cables, bancos de plástico y hasta toldos que rara vez se reutilizan. Las parroquias, muchas veces sin recursos, optan por lo más económico, que también suele ser lo menos sostenible. La contaminación aquí no es por exceso, sino por precariedad.

España: solemnidad empaquetada

Las procesiones en España son un espectáculo de logística. Desde Sevilla hasta Zamora, miles de cofrades y asistentes transforman las calles en escenarios litúrgicos. A pesar de que muchas hermandades han modernizado sus sistemas, el uso masivo de cirios, papel picado, flores de corta vida y plásticos en servicios auxiliares sigue dejando su marca. A diferencia de México o Venezuela, donde lo informal predomina, en España la contaminación está más sistematizada, institucionalizada… y por tanto, menos visible.

¿Quién contamina más?

Si habláramos de emisiones emocionales, todos empatarían en fervor. Pero si nos centramos en los residuos físicos derivados exclusivamente de las celebraciones religiosas, España llevaría la delantera en volumen y escala, México en diversidad de materiales contaminantes, y Venezuela en dificultad para gestionar lo poco que genera.

Lo sagrado no debería ser desechable

Las misas no contaminan, pero sus hábitos sí. ¿Podríamos imaginar una Semana Santa sin vasos de unicel, sin veladoras de plástico, sin imprimir cada oración?

Sí. Pero para eso hace falta un pequeño milagro: voluntad colectiva.

Porque ser devoto no está reñido con ser consciente. Y quizás, el gesto más espiritual que se pueda hacer esta Semana Santa no esté en cargar una cruz… sino en no dejar huella.

Te invitamos a revisar el artículo “Una vida con menor impacto ambiental” donde podrás ver otra perspectiva de este tema.

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(*) Comunicador experto en desarrollo humano, vincula el bienestar personal con el impacto social. Colabora con iniciativas como Vitalis para fomentar una transformación consciente y sostenible.

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Cambio Climático: Desafíos y oportunidades para el transporte aéreo internacional

(*) Por Diego Díaz Martín

El transporte aéreo es un componente vital de la economía global. Gracias a él se facilita el comercio, el turismo y la conexión entre personas, países y culturas. La otra cara de este sector, es su significativo impacto negativo sobre el ambiente.

Este medio de transporte contribuye entre un 2 y 3% de las emisiones globales de dióxido de carbono (CO2). Además del CO2, los aviones emiten otros contaminantes como óxidos de nitrógeno (NOx) y partículas de sulfato, que contribuyen al calentamiento global al formar estelas y nubes cirros artificiales. De no implantarse medidas adecuadas y efectivas, el incremento tendencial de la movilización aérea a nivel global se traducirá, para el 2050, en la duplicación o incluso triplicación de las emisiones que actualmente se generan.

La Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) ha desarrollado el esquema de Reducción y Compensación de Carbono para la Aviación Internacional (CORSIA), que busca abordar los problemas generados por las emisiones del sector a partir de 2021. CORSIA tiene como objetivo estabilizar las emisiones de CO2 de la aviación internacional a los niveles de 2020 mediante el desarrollo de un Plan que contempla fases hasta el 2035, que, entre otras acciones, considera estabilizar y compensar las emisiones generadas.

Por otra parte, los desafíos asociados a conseguir la neutralidad climática del sector de la aviación internacional, se soportan en estrategias alineadas con los objetivos del Acuerdo de París, entre las que resaltan:

  • El desarrollo de combustibles sostenibles de aviación, que reduzcan significativamente las emisiones de carbono. El respaldo al desarrollo de biocombustibles y combustibles sintéticos, producidos a partir de residuos y biomasa, son una alternativa prometedora. La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) ha establecido el objetivo de que el 2% de todo el combustible utilizado en aviación provenga de fuentes sostenibles para 2025.
  • La mejora en la eficiencia en el consumo de combustible de las aeronaves, para ello la industria aeronáutica ha invertido esfuerzos en el diseño y tipo de materiales para reducir los consumos de combustible y así reducir las emisiones de CO2 por vuelo.
  • La optimización de las operaciones de vuelo, mediante la gestión eficiente del tráfico aéreo, estableciendo rutas de vuelo más directas y la mejora en los procedimientos de aterrizaje y despegue que reduzcan el consumo de combustible.
  • La innovación tecnológica, focalizada en el desarrollo de prototipos de aviones eléctricos e híbridos a largo plazo que podría revolucionar la industria.
  • La compensación de carbono, una acción en el corto plazo asumida por las aerolíneas que invierten en programas de compensación de carbono, financiando proyectos de reforestación, de apoyo al desarrollo de energías renovables y conservación de espacios naturales para equilibrar las emisiones generadas por sus operaciones.

¿Será posible la sostenibilidad y la transformación del sector? Ante esta interrogante, diversas iniciativas alrededor del mundo están demostrando que es posible avanzar con ese rumbo:

  • Proyectos de compensación de carbono de Lufthansa, quien,en 2023, fortaleció su compromiso de reducir y compensar las emisiones de carbono a través de su iniciativa de tarifas verdes, permitiendo a los pasajeros reducir las emisiones de CO₂ en un 20% mediante el uso de combustibles de aviación sostenibles (SAF) y compensar el 80% restante a través de contribuciones a proyectos de protección climática de alta calidad. Con esto logró ampliar estas tarifas a rutas intercontinentales, con una reducción del 10% en las emisiones de carbono y una compensación del 90% restante.
  • Eficiencia de combustible de Delta Air Lines, empresa que ha invertido en la modernización de su flota y en prácticas operativas más eficientes. A largo plazo se plantea descarbonizar sus operaciones aéreas y lograr emisiones netas cero para 2050. En 2019, la aerolínea logró una reducción del 11% en las emisiones de CO2 por asiento-kilómetro en comparación con 2005, acercándose a su objetivo de neutralidad.
  • Avión Eléctrico Alice de Eviation, startup israelí con una tecnología de baterías similar a la de un vehículo eléctrico o un teléfono móvil y con 30 minutos de carga, capacidad para nueve pasajeros y que podrá volar durante una hora unas 440 millas náuticas. Su velocidad máxima es de 287 millas por hora. La empresa, centrada exclusivamente en el transporte aéreo eléctrico, espera que los aviones eléctricos, con capacidad para entre 20 y 40 pasajeros, sean una realidad dentro de siete a diez años.

El transporte aéreo enfrenta desafíos críticos en su lucha contra el cambio climático, pero también tiene oportunidades significativas para innovar y liderar la transición hacia una economía baja en carbono, aunque el camino es complejo, es posible avanzar hacia un futuro más sostenible para la aviación.

Relacionado con este tema te invitamos a leer también el artículo “Globalización, movilidad y cambio climático: Acuerdo de París, la ruta“.

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(*) Fundador y Director General de Vitalis. Académico universitario de la Red de Universidades de Anahúac en México. Contacto: www.linkedin.com/in/ddiazmartin

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Europa busca ser más competitiva a través de la bioeconomía sostenible y circular

(*) Por Diego Díaz Martín, PhD

La bioeconomía se ha erigido como una visión transformadora para abordar los desafíos ambientales y económicos en Europa. En su esencia, se basa en la utilización inteligente de los recursos biológicos renovables, como plantas, animales y microorganismos, para generar productos, energía y servicios. Su enfoque se aleja de la dependencia de los recursos fósiles no renovables y promueve la eficiencia en la producción y el consumo, estableciendo un puente crucial entre la ciencia, la tecnología y la economía.

Esta disciplina abraza principios de sostenibilidad y economía circular. La producción de bienes se plantea de manera que los desechos se convierten en recursos y se reducen al mínimo los impactos ambientales negativos. Al mismo tiempo incrementa la eficiencia y reduce la presión de extracción de recursos naturales.

El tema es tan importante dentro del Consejo de la Unión Europea, que en 2018, una  Comisión encargada de evaluar la aplicación de su Estrategia de Bioeconomía publicó una actualización de la Estrategia en la que se describen formas de acelerar el desarrollo de una bioeconomía sostenible en Europa. Su implementación ha sido revisada en 2022 y 2023, promoviendo la innovación en sectores como la agricultura, la alimentación, la energía y la salud.

La bioeconomía europea se enfoca en la diversificación de fuentes de materia prima, la mejora de la eficiencia en el uso de recursos y la promoción de la investigación y la colaboración interdisciplinaria. Desde la promoción de cultivos sostenibles hasta la producción de bioplásticos y bioenergía, la bioeconomía europea está redefiniendo la manera en que entendemos la producción y el consumo.

En un mundo donde los desafíos ambientales son más evidentes que nunca, la bioeconomía emerge como un faro de esperanza. Su potencial para generar empleo, fomentar la innovación y reducir nuestra huella ecológica es innegable.

Finalmente, es oportuno recordar que la bioeconomía desempeña un papel esencial en el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) al impulsar la transición hacia un modelo económico más sostenible y resiliente. Al promover la utilización responsable de recursos biológicos renovables se fomenta la seguridad alimentaria, la reducción de la pobreza y la mitigación del cambio climático. Además, al integrar la investigación, la innovación y la colaboración, la bioeconomía impulsa la creación de empleo, el desarrollo tecnológico y la equidad social, contribuyendo así a un futuro más justo y equilibrado para las generaciones presentes y futuras.

En nuestras manos está continuar explorando y promoviendo soluciones sostenibles que nos encaminen hacia un futuro más justo y equitativo, en armonía con la naturaleza.

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(*) Fundador y Director General de Vitalis. Académico universitario de la Red de Universidades de Anahúac en México. Contacto: www.linkedin.com/in/ddiazmartin

Dimensión Ambiental en los Derechos Fundamentales Europeos Vitalis

Dimensión Ambiental en los Derechos Fundamentales Europeos

El medio ambiente es uno de los bienes más preciados que los seres humanos disfrutan. Se es extremadamente afortunado de poder gozar de bosques, sabanas, ríos, playas y todo lo que el entorno natural puede ofrecer. Aunque lo antes descrito sean cosas que suelen darse por sentado, hay que luchar por su preservación, pues de lo contrario, todo podría desaparecer, como ha venido ocurriendo paulatinamente, comprometiendo el hogar de las futuras generaciones.

Greenwashing Vitalis

El greenwashing ¿engaño deliberado o práctica aceptable?

Por Ronny Chacón (*) @ronnyoc 

El greenwashing es un término acuñado para describir las prácticas de algunas empresas para promover su compromiso ambiental con productos y/o servicios más sustentables o respetuosos con el ambiente, proyectando así una imagen empresarial ambientalmente responsable pero que en la realidad difiere mucho de esto. El cambio es referido a aspectos de forma asociados a la publicidad más no de fondo en los procesos productivos o aspectos ambientales internos en la organización.

El uso del término se remonta al año 1990, cuando ya existían algunas empresas que colocaban sus productos con imágenes de la naturaleza, para mostrar su compromiso ambiental que era cuestionable. Algunos consideran la práctica como la evolución del blanqueo de imagen pero con el componente ambiental.

Hoy día, son más las organizaciones que han iniciado su transición al desarrollo sostenible, donde utilizan el tema de sostenibilidad para atraer a un mercado de consumidores que cada vez son más consciente de sus compras y requerimientos, al entender que son corresponsables de los problemas ambientales existentes, donde la sostenibilidad entra como filosofía de marca pero separada por una delgada línea del límite del marketing engañoso, pues se estaría hablando de un aspecto: la ética empresarial de la comunicación.

Es común encontrar empaques de marcas con mensajes de “100% natural”, “ecoamigable”, con sellos verdes o el logo de reciclaje, aun cuando el empaque no pueda ser efectivamente reciclado, la utilización de las palabras “eco”, “ecología”, “bio”, “ambiental”, incluso en algunos casos dentro del nombre del producto o en las actividades, para confundir y desviar la atención del público y del consumidor especialmente.  Algunos ejemplos, la minería ecológica, un autolavado denominado ecológico por usar productos presuntamente biodegradables y aun así desconociendo si los efluentes que generan están o no dentro del límite permisible de vertido, cremas y jabones naturales pero dentro de sus ingredientes componentes perjudiciales para la piel.

Un producto 100% natural no necesariamente es amigable con el ambiente; el mercurio es un elemento natural pero es altamente contaminante.

El consumidor juega un papel importante, ya no es opcional quedarse en la banca cuando los tiempos requieren que debe ser protagonista y convertirse en un consumidor responsable, poner más atención en las campañas ambientales de productos y/o servicios, preguntar, investigar, exigir más información y sobre tener esa curiosidad al preguntarse ¿realmente estoy comprando un producto verde?


(*) Ingeniero Ambiental, egresado de la UNET (2004-2009). Profesor Universitario de la UNET cátedra de Gestión Ambiental. Diplomado en Testigo Experto y en Gestión Integral de Residuos y Desechos Sólidos. Consultor ambiental. www.linkedin.com/in/ronny-ch

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Responsabilidad Social Empresarial: menos publicidad y más impacto

Por Diego Díaz Martín, PhD. / @DDiazMartin (*)

Es común observar como algunas empresas confunden sus acciones de responsabilidad social con la exclusiva necesidad de posicionar su marca, llegando al extremo de gastar más en comunicar y publicitar sus esfuerzos e iniciativas sociales, que en invertir en calidad y cantidad apropiadas en sus propias actividades benéficas o comunitarias, buscando el mayor retorno social.

Esta práctica, común en muchos países, no solo contradice los principios propios de la responsabilidad social, sino que puede crear una imagen adversa en sus públicos, quienes pueden dudar del compromiso ético y moral de las empresas.

En México es ampliamente aceptado que la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) comprende el compromiso consciente y congruente de cumplir integralmente con la finalidad de la empresa, tanto en lo interno como en lo externo. Este esfuerzo institucional considera las expectativas económicas, sociales y ambientales de sus principales actores, y suele demostrar respeto por la gente, sus valores éticos, la comunidad y el ambiente, contribuyendo así a la construcción del bien común.

Los ámbitos de la RSE responden a valores empresariales universales, y es el conocimiento y la profundización continua de esos principios lo que asegura su exitosa implementación. Ello comprende  el respeto a la dignidad de la persona, la solidaridad  y la vinculación con la comunidad, entre otros principios de aceptación general.

Si bien es justo y necesario que las empresas puedan y deban dar visibilidad a sus programas sociales por medio de la publicidad, caer en excesivas inversiones pudiera restarles confianza, equidad y transparencia a sus acciones, principios también implícitos dentro de la RSE. De igual forma, los excesos promocionales aminoran los recursos disponibles para los programas de RSE, que bien pueden dirigirse a vincularse más eficientemente con la comunidad y sus necesidades de desarrollo, impulsando al mismo tiempo la calidad de vida dentro de la empresa y sus zonas de influencia, exaltando la dimensión social del trabajo y promoviendo la conservación del ambiente, entre otros propósitos fundamentales.

Con todo lo anterior, no desearía que se le restara importancia a la publicidad como una herramienta clave para el éxito de muchas empresas. Bien establece esa famosa frase de “lo que no se anuncia, no existe”. Sin embargo lo recomendable sería lograr el punto de equilibrio en brindar la sana visibilidad de las acciones sociales del negocio, sin caer en excesos que pudieran desvirtuar sus propósitos.

Otro aspecto importante dentro de la RSE es medir el impacto de sus acciones y lograr resultados sostenibles en beneficio de sus grupos de interés. Esta es una tarea fundamental entre los emprendedores sociales, quienes valoran el resultado de sus acciones en la solución de la problemática que les ocupa.

Las evaluaciones de impacto permiten determinar los efectos de las labores empresariales en la atención y solución de una problemática social. Para ello se promueve el uso de metodologías rigurosas, usualmente estandarizas y validadas por terceros, que permiten estimar si los resultados sociales, son en realidad atribuibles a su intervención.

Un aspecto poco impulsado dentro de las empresas para lograr un mayor impacto de sus programas de RSE, es el intraemprendimiento de sus colaboradores con dimensión social.

Los intraemprendedores sociales de una empresa son aquellos trabajadores que desarrollan y promueven soluciones innovadoras y prácticas a retos sociales y/o ambientales no resueltos. En esta misión, y para que pueda lograr sus propósitos, el intraemprendedor debe conectarse con otros actores sociales, movilizar apoyos a lo interno de la empresa, capitalizar conocimientos y buenas prácticas, motivar a las comunidades involucradas a participar activamente en la atención del problema seleccionado, organizar el esfuerzo para alcanzar sus objetivos y detonar el emprendimiento en el seno de la corporación.

Más inversión responsable y medición de impacto es lo que se necesita dentro de muchos programas de RSE, sin caer en excesos publicitarios que pudieran ser más contraproducentes que beneficiosos.


(*) El Dr. Diego Díaz Martín es Profesor de la Maestría en Responsabilidad Social de la Universidad Anáhuac, Director General para las Américas de Vitalis y Profesor Titular del Tecnológico de Monterrey.

Sostenibilidad de las ONG de Venezuela será analizado en Caracas

Pendon Redes AmbientalesComo parte del Proyecto de Redes Ambientales, un grupo de organizaciones no gubernamentales de Venezuela realizará un foro en Caracas a fin de conocer algunas experiencias, reflexiones y experiencias aprendidas en materia de sostenibilidad.

Este encuentro está siendo organizado por la Fundación Tierra Viva,  Bioparques, la Fundación Aguaclara y VITALIS, y cuenta con el apoyo de la Unión Europea, Fundación Avina y Universidad Metropolitana. El mismo promoverá  el conocimiento y debate  sobre los principales problemas de las ONG en el país,  los cambios de paradigmas en la gestión organizacional, los nuevos cooperantes, y las nuevas formas de relacionamiento entre los diversos actores.

El encuentro comprende tres bloques fundamentales que abordarán aspectos vinculados a la gestión organizacional y sus retos, las dimensiones de la sostenibilidad en las ONG, los  cambios y la adaptación, y los diversos mecanismos de cooperación.

El foro contará con diversas ONG venezolanas, quienes compartirán sus experiencias en estos temas, a los fines de promover un debate constructivo y propositivo en torno al aseguramiento del funcionamiento de las ONG en Venezuela y el mundo.

La entrada al foro es gratuita. Cualquier información pueden contactar a zmartinez@vitalis.net

 

 Programa del Encuentro

Día: Martes 29 de octubre de 2013

Lugar: Auditorio Polar, Universidad Metropolitana. 

Horario:  8.00 am a 1.00 pm

 

Palabras de apertura a cargo de Aude Maio Coliche, Embajadora de la Delegación de la Comisión Europea Venezuela

Primer Bloque:

* América Latina, promesa y desafío para la sostenibilidad. Sociedad Civil e Inversión Social. Guayana Páez Acosta, Fundación Avina y Helena Monteiro, WINGS. 45 min
* Dimensiones de la sostenibilidad de las ONG. Manuel Gómez. Acción Campesina. 30 min
Sesión de preguntas y respuesta. 30 minutos
Refrigerio 30 minutos

Segundo Bloque:

* Panel de discusión. ONG: cambio y adaptación. Moderador: Alejandro Luy. 30 min

Franklin Rojas, Provita
Lilver Tovar, Dr. Yaso
José Antonio Torre, Acción Solidaria
Sesión de preguntas y respuestas. 15 min

Tercer Bloque:

* Panel de discusión. Cooperantes. Moderador: Diego Díaz Martín. 40 min.

Ginette Angulo, Unión Europea.
Thais Malavé, Consultora de Proyectos de Cooperación
Isabel Cristina Acosta, Fundación Ideas
Beatriz Adrian, La Otra Visión
Sesión de preguntas y respuestas. 20 min

Presentador: Zoila Martínez, Directora de Desarrollo Comunitario de VITALIS

 

Este foro es una alianza de carácter ciudadano, con la participación de diversos actores públicos y  privados de Venezuela. ForoSostenibilidadONG29oct2013

 

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