Thais Malavé Reinosa (*) @thaismalave

Las décadas recientes han estado marcadas por fenómenos climáticos cada vez más frecuentes y con efectos más devastadores.

Este aumento del número de desastres y sus efectos catastróficos, han puesto cada vez más en evidencia el vínculo directo entre el desarrollo humano y el riesgo de desastres, así como la relación entre las profundas desigualdades, incluyendo las de género, y el incremento de las condiciones de vulnerabilidad en las que vive una parte significativa de la población en nuestra región.

Pese al importante rol que las mujeres cumplen en el autoabastecimiento y economía de sus familias y comunidades, así como en la gestión y defensa de los territorios; experimentan una profunda vulnerabilidad que se manifiesta en: el limitado acceso a los recursos productivos y a sus beneficios. Limitaciones en la adopción de decisiones y en el acceso a cargos directivos. Dificultades para acceder a educación, trabajo, vivienda digna, alimentación, gestión del territorio, entre otras.

Las mujeres han sido siempre líderes en los procesos de revitalización de las comunidades y en el manejo de los recursos naturales, pero, con todo, son frecuentemente marginadas de la esfera pública y están por lo tanto ausentes en la toma de decisiones respecto de los desastres naturales.

Entender los riesgos e impactos diferenciados del cambio climático en hombres y mujeres es fundamental para lograr un desarrollo sostenible y alcanzar los objetivos planteados en la Agenda 2030.

La puesta en marcha de programas en el sector ambiental con enfoque de género ha permitido visibilizar diferentes impactos, necesidades y perspectivas logrando con ello respuestas para enfrentar el problema más eficaces y eficientes a favor de la consolidación de sociedades más justas.

Sin embargo, todavía queda un largo camino por recorrer que pasa por reconocer la urgencia de la igualdad de género frente a la creciente crisis del cambio climático; aumentar la inversión en capacitación con enfoque de género para sensibilizar a hombres y mujeres; así como asegurar los mecanismos para que las mujeres participen en las decisiones relacionadas con el cambio climático

Ninguna planificación, preparación, o investigación científica puede prevenir por completo todas las catástrofes. Estas seguirán ocurriendo. Sin embargo, el impedir las catástrofes sociales sin duda se encuentra dentro de la capacidad colectiva de la humanidad.

La defensa de los derechos de las mujeres es, en sí misma, una de las acciones más importantes para la construcción de una alianza mundial efectiva de protección a los efectos del cambio climático que cualquier sociedad puede hacer.


Directora de Responsabilidad Social de ONGVitalis Latinoamérica, Socióloga egresada de la UCAB. Experta en el área de ejecución de proyectos y gerencia de programas de responsabilidad social, emprendimiento social, desarrollo y sustentabilidad. https://www.linkedin.com/in/thais-malave/