- 10.000 delegados de 170 países se dieron cita en este encuentro.
- Alrededor de 180 mociones o decisiones reglamentarias fueron asumidas durante el mismo.
- La economía verde no fue asumida como política de la UICN durante el encuentro.
- Se rechazó moción que instaba al Gobierno de Corea a revisar aspectos ambientales de la construcción de la Base Naves de Estados Unidos en la Isla de Jeju.
- Declaración de Jeju reúne principios claves para la conservación de la naturaleza en el mundo.
Especial, Corea del Sur – VITALIS, 16/sept/2012.
El V congreso Mundial de la Conservación, organizado por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, considerado el encuentro ambiental y científico más grande del planeta, llegó a su fin este 15 de septiembre en la Isla de Jeju, Corea del Sur.
Este congreso reunió a alrededor de 10.000 delegados de 170 países, quienes participaron activamente en decenas de foros, seminarios y grupos de trabajo científicos y técnicos, en las áreas de biodiversidad, cambio climático, economía, política ambiental, educación, manejo de ecosistemas y áreas protegidas, entre otros.
En el encuentro se adoptaron alrededor de 180 mociones o decisiones reglamentarias de la UICN, que incluyen mandatos tan específicos como promover mayores esfuerzos para conservar algunas especies terrestres y/o marinas, el llamado a crear nuevas áreas protegidas nacionales e internacionales, el fortalecimiento de la gestión de la biodiversidad y de las áreas bajo un régimen especial de administración, y la adopción de mecanismos para el fortalecimiento de la gestión institucional de la UICN, entre otros.
Pese a que en diversas sesiones del congreso se hizo mención a la economía verde, previamente discutida y promovida desde Río+20, la misma no fue asumida por la Asamblea de Miembros de la UICN como una política de la unión, por considerarla ambigua y fundamentalmente desarrollista.
Un tema polémico durante el desarrollo del congreso fueron las protestas a las afueras del Centro de Convenciones de Jeju en contra de la construcción de una base naval estadounidense, que presuntamente no abordaba en forma responsable las principales variables ambientales en el proyecto constructivo. Tras una larga discusión, la plenaria del congreso, conformada por alrededor de 1000 miembros con derecho a voto, descartó por mayoría simple la propuesta de moción de diversos grupos que instaban al Gobierno Coreano a revisar el proyecto, así como a establecer una comisión científica independiente para evaluar sus posibles impactos negativos. Tal propuesta llegó a ser considerada por algunos de los asistentes como un “voto de censura” contra la gestión ambiental del país anfitrión, quien se defendió presentando diversos argumentos que en su opinión, “demostraban la base científica que sustentaba al proyecto, además de su vocación conservacionista comprobable a través de toda la isla de Jeju, sin dejar de lado su genuino derecho a la autodefensa y soberanía nacional”.
El congreso, que contó con la presencia de representantes gubernamentales de más de 90 países, y ONG de más de 150 naciones, concluyó con la Declaración de Jeju, promovida por el Gobierno de Corea del Sur y la Presidencia de la UICN, la cual resalta:
- La conservación de la biodiversidad es esencial para la vida humana. Nuestra generación tiene la responsabilidad ética y la oportunidad de evitar un mayor deterioro de la biodiversidad y de la biosfera.
- La UICN ofrece un conocimiento con base científica y un asesoramiento pertinente sobre las políticas, a fin de superar los desafíos clave a que se enfrenta toda la humanidad.
- Todos los integrantes de la sociedad deben tomar medidas decisivas para llevar la conservación de la biodiversidad a una mayor escala a fin de detener su continuo y rápido declive. La pérdida de biodiversidad (especies, ecosistemas y genes) tiene serias consecuencias para la humanidad que no se pueden aceptar.
- Debemos asegurar que las áreas protegidas estén bien gestionadas, establecer programas de recuperación de especies, adoptar medidas para restaurar y rehabilitar los hábitats, reforzar los programas de reproducción con fines de conservación, y reducir o mitigar la sobreexplotación de los recursos naturales.
- Debemos intensificar nuestros esfuerzos para reunir la información sobre las especies, los hábitats, los ecosistemas, la gobernanza y la dependencia humana, diferenciada por géneros, de la naturaleza, y ofrecer a los que toman decisiones las herramientas para una gestión efectiva de los paisajes terrestres y marinos que conserve la naturaleza y mantenga los medios de subsistencia de las personas.
- La naturaleza es una parte muy grande de la solución a algunos de los desafíos más apremiantes a que se enfrenta el mundo con el cambio climático, la energía sostenible, la seguridad alimentaria y el desarrollo económico y social.
- Debemos promover la concienciación, el conocimiento, la buena gobernanza y una inversión sostenible para demostrar por qué la buena custodia del ambiente es un asunto que concierne a todos, y cómo la humanidad depende fundamentalmente de la naturaleza.
- Es de una importancia crítica valorar la naturaleza y los servicios de los ecosistemas como un primer paso hacia la provisión de beneficios, pagos y reconocimiento a los custodios de la naturaleza.
- La UICN liderará una conservación que reúna a las comunidades, la sociedad civil, los gobiernos y los inversores para negociar y poner en marcha las soluciones prácticas de la naturaleza ante los múltiples desafíos del desarrollo, demostrando su efectividad en cuanto a los costos y midiendo y verificando sus impactos.
- Los gobiernos, la sociedad civil, los negocios y otros interesados directos deben reforzar su compromiso con la sostenibilidad, a través de: crecimiento económico sostenido inclusivo y equitativo; desarrollo social equitativo e inclusión; y gestión integrada y sostenible de los recursos naturales y los ecosistemas.
- Debemos hacer que la sostenibilidad se incorpore sistemáticamente en las decisiones de la sociedad dando apoyo a la plena implementación de los acuerdos multilaterales ambientales, entre ellos las Convenciones de Río y la recientemente establecida Plataforma intergubernamental científico-normativa sobre biodiversidad y servicios de los ecosistemas (IPBES).
- Debemos trabajar con los sectores públicos y privados para reforzar la transferencia de las tecnología limpias y compartir el conocimiento, las experiencias y capacidades para integrar los valores de la biodiversidad y de los ecosistemas en los patrones mundiales de producción y consumo.
- Alentamos a los gobiernos y empresas a buscar un “crecimiento verde” inclusivo y sensible al género que asegure la integración social de los grupos vulnerables, ayude a erradicar la pobreza y mantenga la huella de la humanidad dentro de los límites ecológicos.
- Debemos movilizar a las comunidades que trabajan para la conservación de la biodiversidad, el desarrollo sostenible y la reducción de la pobreza a través de esfuerzos comunes para detener la pérdida de biodiversidad y aplicar soluciones basadas en la naturaleza para conservar la biodiversidad, reforzar la resiliencia, aumentar la equidad, promover la igualdad de género, reducir la pobreza y mejorar así el bienestar de la gente en este planeta.
- Todos los sectores de la sociedad deben participar plenamente en la implementación de los resultados de Río+20 en todos los niveles, incluyendo la formulación de Objetivos del Desarrollo Sostenible con metas claras.
- Debemos movilizar a todos los interesados directos para la implementación del Plan Estratégico para la Biodiversidad 2011-2020 y las Metas de Aichi (adoptados en la 10ª reunión de la Conferencia de las Partes en el Convenio sobre la Diversidad Biológica) como medios importantes para atacar las causas subyacentes de la pérdida de biodiversidad y reforzar los beneficios para todos derivados de la biodiversidad y de los servicios de los ecosistemas.
- Debemos asegurar que se instaure con mayor regularidad y consistencia una mejor gobernanza de la utilización de la naturaleza, ofreciendo a los responsables de la toma de decisiones las herramientas e información para evaluar y negociar la utilización sostenible de la naturaleza y el reparto equitativo de los beneficios.
- Debemos apoyar la gobernanza efectiva y equitativa de la utilización de la naturaleza en todos los niveles que sean pertinentes: la custodia de los recursos naturales por parte de los pueblos indígenas, la gestión integrada de las áreas protegidas y de los recursos naturales, y la toma de decisiones a escala nacional e internacional para el desarrollo sostenible.
- Debemos brindar un fuerte liderazgo en abogar por una mejor y más equitativa gobernanza de la utilización de la naturaleza y de los recursos naturales. El poder de convocatoria único de la UICN alentará el conocimiento y la acción necesarios para permitir a la humanidad compartir tanto la responsabilidad como los beneficios de la conservación de la biodiversidad.
- Debemos respetar los derechos de los interesados directos socialmente vulnerables, incluyendo las comunidades locales y los pueblos indígenas, y promoveremos el reparto justo y equitativo de los beneficios derivados de las funciones ecológicas de la biodiversidad. Con este espíritu, alentamos a todos los países a ratificar el Protocolo de Nagoya sobre el acceso a los recursos genéticos y la participación justa y equitativa en los beneficios derivados de su utilización.
- La UICN trabajará para asegurar que las soluciones basadas en la naturaleza sean el eje de la consecución exitosa de las Metas de Aichi, como así también de los resultados de la Conferencia Río+20 y de los Congresos Mundiales de la Naturaleza. La UICN servirá como catalizador de las acciones para demostrar el papel potencial de una economía verde en las políticas públicas y en la conducta de las corporaciones en el nivel local, regional y mundial.
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