En esta sección encontrarás algunos consejos para gestionar tus residuos y desechos, basándonos en las 7 erres de VITALIS: reducir, recolectar, reparar, reutilizar, reciclar, regular y reflexionar
Para comenzar, recuerda que los residuos son todos aquellos materiales o restos que no tienen ningun valor económico para quien lo usó, pero si un valor comercial para su recuperación e incorporación al ciclo de vida del material. En otras palabras, un residuo puede ser reutilizado o reciclado.
Por su parte, un desecho es un material o conjunto de materiales resultantes de cualquier proceso u operación que esté destinado al desuso, que no vaya a ser utilizado, recuperado o reciclado, y que requiera de un tratamiento o disposición especial.
Seguidamente te compartimos algunos consejos para gestionar tus residuos y desechos:
Reduce:
- Disminuye la cantidad de residuos y desechos que generas. Así será menor la catidad de basura que se necesite procesar.
- A la hora de escoger entre productos semejantes, elige aquel que tenga menos envase y embalaje. Evita el consumo de los productos excesivamente empaquetados, no sólo porque generan más basura sino porque seguramente el sobreprecio de esos empaques lo estarás pagando tú.
- Prefiere productos que vengan en presentaciones reutilizables, recargables, retornables o reciclables.
- Si no puedes evitar utilizar desechables, busca los que están hechos con materiales biodegradables, que facilitan su degradación. Evita consumir materiales desechables como el unicel o anime.
Recolecta:
- Asegúrate de disponer lo necesario para que los residuos y desechos sean colocados en un lugar apropiado, a fin de facilitar su uso posterior, sea la reutilización, el reciclaje o la disposición final.
- Comienza separando los residuos según su naturaleza orgánica o inorgánica. Los primeros podrán ser reciclados mediante un compostaje. Los segundos, podrán optar a diversos tratamientos.
- En el caso de los desechos, asegúrate de informarte sobre los horarios de recolección, a fin de evitar sacar la basura y que permanezca expuesta sin su debido tratamiento.
Repara:
- Algunos materiales y equipos pueden ser reparados, a fin de evitar que terminen en los rellenos sanitarios. Tal es el caso de los equipos electrodomésticos, ropa, zapatos y muchos utensilios más.
- Aprende a reparar aquellos equipos que se dañen, para evitar comprarlos nuevamente. Así estarás ahorrando dinero, y reduciendo la cantidad de desperidicios que van a la basura.
- Promueve iniciativas en casa, tu lugar de estudios o el trabajo, para compartir aquellos artículos que tienes en casa y no sirven. Seguramente alguien lo necesita y solo requerirá que se repare.
Reutiliza
- Muchos productos vienen en envases que puedes volver a usar. Por ello, te invitamos a innovar y reutilizar tanto como sea posible.
- La ropa que ya no usas puede serle útil a otras personas. Regálala o entrégala a entidades benéficas, o comparte con tu familia o amigos, si fuera el caso.
- Utiliza nuevamente los frascos y envases, así como aquellos envases de cartón o plástico que se puedan volver a utilizar.
- Organiza reuniones de segunda mano para que tus amigos, vecinos y conocidos, lleven productos en buen estado que alguien más puede necesitar. También puedes consultar los sitios en Internet que ya ofrecen estos productos, y que inclusive lo pueden comprar.
- Opta por pilas recargables o elige aparatos electrónicos con celdas solares.
Recicla:
- Coloca separadores de residuos para clasificarlos por tipo de material, por ejemplo vidrio, papel, cartón, plástico, u otros.
- Consulta que lugares existen en tu comunidad o ciudad para reciclar los materiales, y si tienen algún programa para irlos a recolectar.
- Promueve el reciclaje de la materia orgánica por medio del compostaje.
- Asóciate con tus amigos, vecinos o familiares para reunir la mayor cantidad de residuos. Así evitarás más viajes por parte de la empresa recicladora y obtendrás mayor beneficio por la actividad.
- Asegúrate que los materiales que vayas a reciclar estén limpios, y completamente separados según su naturaleza. Por ejemplo, separa las tapas de las botellas de plástico de estas últimas, así como el papel, del cartón.
- Aplasta los envases de plástico o cartón para que ocupen menos volumen, y sean más fáciles de trasladar.
Regula
- Asegúrate de conocer las normas específicas vinculadas a la gestión integrada de los residuos y desechos sólidos en tu comunidad.
- En caso de no existir, exige a las autoridades reglamentos o leyes específicas para impulsar el apropiado manejo de residuos y desechos.
- Promueve en tu casa, comunidad, trabajo o lugar de estudios, normas específicas que promuevan la reduccción, recuparación, recolección, reutilización y reciclaje de los residuos.
Reflexiona:
- Evalúa tu comportamiento ambiental y asegúrate de emprender acciones responsables con tu entorno, y la naturaleza en general.
- Lleva al súper bolsas de tela o las tradicionales de malla en lugar de empacar todo en bolsas de plástico.
- Si compras algo pequeño y fácil de cargar no pidas una bolsa de plástico.
- Siempre que puedas, compra los alimentos producidos lo más cerca posible a tu localidad. Ahorrarás embalajes y transporte.
- Existen otros residuos que contienen materiales tóxicos o que al entrar en contacto con otros generan líquidos contaminantes. Es el caso de las pilas, aparatos electrónicos como celulares, focos ahorradores, cartuchos de toner para impresión, así como aceites lubricantes usados. Actualmente existen muchos centros de empresas privadas como de los gobiernos locales que reciben este tipo de productos en contenedores especiales. Infórmate y llévalos a esos centros especiales para evitar que terminen contaminando los suelos y eventualmente lleguen a nosotros a través de los alimentos que consumimos, el agua que tomamos o el aire que respiramos.
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