Por Graciela G. Caro Morelos (*)

Durante mucho tiempo se ha pensado que el único objetivo de la ingeniería es solucionar problemas, razón por la que los humanos podemos vivir en condiciones más cómodas, logrando crecer en todos los ámbitos, favoreciendo el progreso de la especie y su adaptación a los cambios. Sin embargo, pocas veces se reconoce el verdadero impacto que genera en las sociedades y el potencial que posee para solucionar problemas de esta índole.

La ingeniería tiene sus aplicaciones en una gran variedad de ramas, y de manera similar existe un número alto de problemas que provocan alteraciones en la sociedad, por lo tanto, se debe encontrar un punto de equilibrio que permita resolver no sólo problemas técnicos, sino también por medio del desarrollo de modelos, procesos y productos se puedan
brindar soluciones efectivas a problemas sociales.

Los ingenieros debemos buscar nuevas oportunidades, saberes y perspectivas de las adversidades a las que se enfrentan las sociedades con la intención de que se cuestionen la posición en la que se encuentran bajo las dimensiones de ética y política para que desde la solidaridad y empatía, aunado a su conocimiento, se puedan encontrar respuestas comprometidas para disminuir las desigualdades y exclusiones sociales, siempre considerando un factor importante el cuidado del medio ambiente.

Aunque generalmente los problemas sociales se asocian a países en vías de desarrollo, éstos se presentan en todo el mundo, por lo tanto, se debe optar por una cultura global tecno-científica con enfoque social para alcanzar un desarrollo en todos los ámbitos que permita a las personas vivir en un ambiente más saludable, cómodo, donde haya más justicia y con mejores oportunidades laborales que favorezcan el crecimiento económico y como
consecuencia se pueda ver reflejado en un incremento en la calidad de vida de las personas.

El medio ambiente es una variable esencial para lograr cambios efectivos, ya que a partir de soluciones a este tipo de problemas se pueden resolver al mismo tiempo problemas sociales relacionados con derechos humanos básicos como es el acceso al agua y a la alimentación.

Por medio de tecnologías de energía renovable se puede tener acceso a energía eléctrica y calor, lo cual está directamente relacionado con el concepto de vivienda digna. Asimismo, abre las puertas a mejores oportunidades para el desarrollo económico y social de la población.

El medio ambiente es un objeto de conocimiento y de acción, es por eso, que a partir de su estudio, se pueden encontrar una gran diversidad de problemas pero al mismo tiempo una fuente de soluciones muy amplia que impacta tanto en lo social, como en lo económico, y por supuesto en lo ambiental. Sentado esto, se puede ver de manera más clara el vínculo entre ingeniería y ambiente. Por ello, es posible establecer una simbiosis entre estas dos ramas de estudio para beneficiarse mutuamente. En otras palabras, a través de la ingeniería se pueden reconocer los impactos ambientales originados por el sistema de producción actual basado en una economía lineal y también es posible analizar las vinculaciones de carácter social relacionadas con la degradación ambiental que se traduce en una afectación de la calidad de vida de las personas.

Finalmente, es importante dejar claro que los ingenieros deben trabajar para brindar soluciones efectivas a los problemas existentes, siempre considerando las variables ambientales y buscando como objetivo final el bienestar social. Si el ingeniero ofrece un bien social que se pueda realizar a través de técnicas o métodos que disminuyan el deterioro al medio ambiente y un efectivo manejo de los recursos, y al mismo tiempo permita generar utilidades económicas, por consecuencia, la práctica profesional será ética y estaría aportando a un futuro que apunta a un desarrollo sostenible.


(*) Ingeniería Ambiental, Universidad Anáhuac México, gracielacm060@gmail.com
LinkedIn: linkedin.com/in/gracielacarom

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