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Pronunciamiento de los miembros venezolanos de la Comisión Mundial de Áreas Protegidas

En ocasión del VI Congreso Mundial de Parques en Sidney, los miembros venezolanos de la comisión mundial de áreas protegidas de la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN) formulan el siguiente pronunciamiento, en el cual precisar diversos temas de importancia e interés que requieren de inmediata atención. Los miembros de la comisión en Venezuela comprenden Biólogos, Ecólogos, Ingenieros y demás profesionales en Parques Nacionales y otras áreas protegidas, con alrededor de 20 años en promedio de experiencia.

Seguidamente publicados textualmente el referido comunicado.

“A propósito de la celebración del VI Congreso Mundial de Parques a realizarse en Sidney (Australia) es pertinente hacer una evaluación de la situación de Venezuela, quien fuera sede y anfitrión del IV Congreso Mundial de Parques (Caracas, 1992). Todos los países del mundo tienden a hacer una evaluación de su estado en las vísperas de cada congreso mundial. La mayoría de los países podrán decir que han avanzado o retrocedido en tal o cual aspecto, en tal o cual magnitud, pero sin duda, la mayoría de las naciones del mundo podrán decir que han avanzado en materia de Áreas Protegidas (AP). Sin embargo nosotros los venezolanos al intentarlo encontramos un resultado muy negativo, por lo que se hace necesario hacer una profunda reflexión del porqué.

¿ Qué tiene de especial Venezuela para que lo que le pase en materia de AP sea de interés para el mundo? Venezuela, siendo un país del “mundo en desarrollo” avanzó grandemente en las políticas de conservación de su patrimonio natural cuando el resto del mundo no había comenzado o estaba en retroceso en esta materia. Fundó su primer parque nacional en 1937 y su primera AP en 1927. Ciertamente no fue el único, muchos países de América lo hicieron en esa época o incluso antes. La diferencia es que Venezuela lo asumió como política y no como retórica: incrementó grandemente su cobertura de AP a lo largo de las décadas siguientes hasta abarcar un 16, 45% de su territorio; empleó criterios modernos y actuales para designarlas y para manejarlas; acometió exitosamente la restauración ecológica de ecosistemas terrestres y marinos (dentro de AP) en tiempos en que no se hablaba de ello; creó uno de las primeras AP marinas del mundo (Archipiélago Los Roques, 1972) cuando muy pocos países en el mundo lo habían hecho; interconectaba AP cuando se pensaba que eso era utópico.

Para fines de los años 80 Venezuela tenía una reputación positiva que bien le valió la nominación y aceptación como sede del IV Congreso Mundial de Parques. Venezolanos como Gerardo Budowski, Henri Pittier, Julian Steyermark, José Rafael García, habían dejado una huella positiva en la visión y gestión de las AP del mundo. Eso sin olvidar que es uno de los doce países megadiversos del mundo, y que resguarda, casi en exclusividad, las mayores maravillas de esa biorregión única en el mundo: el Escudo Guayanés. Dentro de ella merece destacarse el caso del Parque Nacional Canaima, único Sitio de Patrimonio Natural Mundial propuesto por Venezuela y reconocido por UNESCO, donde ahora prolifera ilegalmente la minería de oro sin que las autoridades competentes hayan podido detenerla.

Se trata de un gobierno que utilizando una retórica humanista y ecologista, favorece que se hagan toda clase de actividades y usos prohibidos dentro de las AP

¿Por qué reflexionar sobre Venezuela?. Porque lo que acontece en Venezuela puede pasar en cualquier país del mundo, y en especial en la región sudamericana. En nuestro país se ha entronizado una visión política del mundo y de la vida que desdeña y no comprende la importancia de las AP, que las considera una política contraria al interés humano. Ciertamente muchos gobiernos en el mundo así lo piensan. ¿Cuál es la novedad con eso?. Pues la novedad está en que pocos países lo llevan a la práctica desmontando toda la institucionalidad de las AP. No se trata de un gobierno que asigna pocos recursos, o que cierra temporalmente parques, o que insiste en pasar oleoductos por AP. Se trata de un gobierno que utilizando una retórica humanista y ecologista, favorece que se hagan toda clase de actividades y usos prohibidos dentro de las AP, mientras paralelamente sustituye sus recursos humanos técnicos por comisarios políticos. Un gobierno que elimina el Ministerio del Ambiente para distribuir sus competencias ambientales, a las que constitucionalmente está obligado, en dependencias de menor jerarquía dentro de un ministerio de vivienda que construye y pretender construir obras de alto impacto ambiental dentro de AP.

El caso venezolano es digno de estudio, y he allí nuestro llamado a todos los colegas de la CMAP. No vean lo que ocurre en Venezuela como una curiosidad sociopolítica. No lo vean con desdén, con la vaga convicción de que algún día pasará. Véanla como una corriente de acción política que muchos de nuestros colegas habían dado por extinta, pero que en realidad se encuentra vigente, en pleno vigor, y con todo el potencial para expandirse por toda la región sudamericana, y de allí al mundo en desarrollo.

La UICN hace un excelente papel al diseñar políticas novedosas que permitan institucionalizar y evolucionar la gestión de las áreas protegidas. Entendemos también que, como institución que en cierta forma es análoga a la ONU, se maneje bajo principios de no crítica a los asuntos “internos” de los países. Sin embargo, aún en el seno de la ONU, cuando un país se sale de todos los estándares de convivencia y racionalidad, debe ser contactado por los medios diplomáticos y persuadido de que no prosiga en su cometido, para evitar así que se propague su insensatez al resto del mundo.

El caso de Venezuela merece una detallada y decidida atención de la UICN. Algunos datos ilustrativos se presentan seguidamente:

1. La inversión en conservación de Venezuela, promedio en los últimos 10 años ha sido de 3,66 US$/Km2, cuando en los países en vías de desarrollo la inversión promedio es de 161 US$/Km2. Esto no es congruente con el hecho de que el Estado Venezolano ha manejado en los últimos 14 años ingresos aproximados de 660 millardos de US$.

2. Los pocos recursos asignados a Areas Protegidas han conllevado al abandono y deterioro de los puestos de vigilancia y control, con equipamiento dañado y de muchos años de uso. Actualmente solo se cuentan con 350 Guardaparques para custodiar más de 15 millones de hectáreas de Parques Nacionales y Monumentos Naturales.

3. Los sueldos del personal son extremadamente bajos y su nivel de capacitación es muy bajo, presentándose con frecuencia casos de corrupción.

4. Existe una patente ausencia de custodia de las fuerzas policiales en la AP, lo que ha hecho más peligrosa la actividad de vigilancia y control de los Guardaparques quienes no tienen entrenamiento ni funciones policiales. Entre el 2001 y 2014 han asesinado con impunidad a 4 funcionarios de AP, en el ejercicio de sus deberes.

5. Se ha incrementado hasta niveles record las deforestaciones, incendios forestales, cacería y pesca ilegal. Es frecuente la utilización de AP para actividades de narcotráfico, delincuencia común, secuestros y otros delitos.

6. Las obras de “interés público” (tendidos eléctrico, carreteras, corredores de servicio, fibra óptica, gasoductos, antenas de telecomunicaciones) proliferan dentro de las AP y se ejecutan con mínimo apego a las medidas de mitigación y restauración que prescriben los Estudios de Impacto Ambiental”.

Interesados pueden contactar al Presidente de la Comisión Venezolana aquí.

Concluye Congreso Mundial de la Conservación

  • 10.000 delegados de 170 países se dieron cita en este encuentro.
  • Alrededor de 180 mociones o decisiones reglamentarias fueron asumidas durante el mismo.
  • La economía verde no fue asumida como política de la UICN durante el encuentro.
  • Se rechazó moción que instaba al Gobierno de Corea a revisar aspectos ambientales de la construcción de la Base Naves de Estados Unidos en la Isla de Jeju.
  • Declaración de Jeju reúne principios claves para la conservación de la naturaleza en el mundo.

Especial, Corea del Sur – VITALIS, 16/sept/2012.

El V congreso Mundial de la Conservación, organizado por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, considerado el encuentro ambiental y científico más grande del planeta, llegó a su fin este 15 de septiembre en la Isla de Jeju, Corea del Sur.

Este congreso reunió a alrededor de 10.000 delegados de 170 países, quienes participaron activamente en decenas de foros, seminarios y grupos de trabajo científicos y técnicos, en las áreas de biodiversidad, cambio climático, economía, política ambiental, educación, manejo de ecosistemas y áreas protegidas, entre otros.

En el encuentro se adoptaron alrededor de 180 mociones o decisiones reglamentarias de la UICN, que incluyen mandatos tan específicos como promover mayores esfuerzos para conservar algunas especies terrestres y/o marinas, el llamado a crear nuevas áreas protegidas nacionales e internacionales, el fortalecimiento de la gestión de la biodiversidad y de las áreas bajo un régimen especial de administración, y la adopción de mecanismos para el fortalecimiento de la gestión institucional de la UICN, entre otros.

Pese a que en diversas sesiones del congreso se hizo mención a la economía verde, previamente discutida y promovida desde Río+20, la misma no fue asumida por la Asamblea de Miembros de la UICN como una política de la unión, por considerarla ambigua y fundamentalmente desarrollista.

Un tema polémico durante el desarrollo del congreso fueron las protestas a las afueras del Centro de Convenciones de Jeju en contra de la construcción de una base naval estadounidense, que presuntamente no abordaba en forma responsable las principales variables ambientales en el proyecto constructivo. Tras una larga discusión, la plenaria del congreso, conformada por alrededor de 1000 miembros con derecho a voto, descartó por mayoría simple la propuesta de moción de diversos grupos que instaban al Gobierno Coreano a revisar el proyecto, así como a establecer una comisión científica independiente para evaluar sus posibles impactos negativos. Tal propuesta llegó a ser considerada por algunos de los asistentes como un “voto de censura” contra la gestión ambiental del país anfitrión, quien se defendió presentando diversos argumentos que en su opinión, “demostraban la base científica que sustentaba al proyecto, además de su vocación conservacionista comprobable a través de toda la isla de Jeju, sin dejar de lado su genuino derecho a la autodefensa y soberanía nacional”.

El congreso, que contó con la presencia de representantes gubernamentales de más de 90 países, y ONG de más de 150 naciones, concluyó con la Declaración de Jeju, promovida por el Gobierno de Corea del Sur y la Presidencia de la UICN, la cual resalta:

  • La conservación de la biodiversidad es esencial para la vida humana. Nuestra generación tiene la responsabilidad ética y la oportunidad de evitar un mayor deterioro de la biodiversidad y de la biosfera.
  • La UICN ofrece un conocimiento con base científica y un asesoramiento pertinente sobre las políticas, a fin de superar los desafíos clave a que se enfrenta toda la humanidad.
  • Todos los integrantes de la sociedad deben tomar medidas decisivas para llevar la conservación de la biodiversidad a una mayor escala a fin de detener su continuo y rápido declive. La pérdida de biodiversidad (especies, ecosistemas y genes) tiene serias consecuencias para la humanidad que no se pueden aceptar.
  • Debemos asegurar que las áreas protegidas estén bien gestionadas, establecer programas de recuperación de especies, adoptar medidas para restaurar y rehabilitar los hábitats, reforzar los programas de reproducción con fines de conservación, y reducir o mitigar la sobreexplotación de los recursos naturales.
  • Debemos intensificar nuestros esfuerzos para reunir la información sobre las especies, los hábitats, los ecosistemas, la gobernanza y la dependencia humana, diferenciada por géneros, de la naturaleza, y ofrecer a los que toman decisiones las herramientas para una gestión efectiva de los paisajes terrestres y marinos que conserve la naturaleza y mantenga los medios de subsistencia de las personas.
  • La naturaleza es una parte muy grande de la solución a algunos de los desafíos más apremiantes a que se enfrenta el mundo con el cambio climático, la energía sostenible, la seguridad alimentaria y el desarrollo económico y social.
  • Debemos promover la concienciación, el conocimiento, la buena gobernanza y una inversión sostenible para demostrar por qué la buena custodia del ambiente es un asunto que concierne a todos, y cómo la humanidad depende fundamentalmente de la naturaleza.
  • Es de una importancia crítica valorar la naturaleza y los servicios de los ecosistemas como un primer paso hacia la provisión de beneficios, pagos y reconocimiento a los custodios de la naturaleza.
  • La UICN liderará una conservación que reúna a las comunidades, la sociedad civil, los gobiernos y los inversores para negociar y poner en marcha las soluciones prácticas de la naturaleza ante los múltiples desafíos del desarrollo, demostrando su efectividad en cuanto a los costos y midiendo y verificando sus impactos.
  • Los gobiernos, la sociedad civil, los negocios y otros interesados directos deben reforzar su compromiso con la sostenibilidad, a través de: crecimiento económico sostenido inclusivo y equitativo; desarrollo social equitativo e inclusión; y gestión integrada y sostenible de los recursos naturales y los ecosistemas.
  • Debemos hacer que la sostenibilidad se incorpore sistemáticamente en las decisiones de la sociedad dando apoyo a la plena implementación de los acuerdos multilaterales ambientales, entre ellos las Convenciones de Río y la recientemente establecida Plataforma intergubernamental científico-normativa sobre biodiversidad y servicios de los ecosistemas (IPBES).
  • Debemos trabajar con los sectores públicos y privados para reforzar la transferencia de las tecnología limpias y compartir el conocimiento, las experiencias y capacidades para integrar los valores de la biodiversidad y de los ecosistemas en los patrones mundiales de producción y consumo.
  • Alentamos a los gobiernos y empresas a buscar un “crecimiento verde” inclusivo y sensible al género que asegure la integración social de los grupos vulnerables, ayude a erradicar la pobreza y mantenga la huella de la humanidad dentro de los límites ecológicos.
  • Debemos movilizar a las comunidades que trabajan para la conservación de la biodiversidad, el desarrollo sostenible y la reducción de la pobreza a través de esfuerzos comunes para detener la pérdida de biodiversidad y aplicar soluciones basadas en la naturaleza para conservar la biodiversidad, reforzar la resiliencia, aumentar la equidad, promover la igualdad de género, reducir la pobreza y mejorar así el bienestar de la gente en este planeta.
  • Todos los sectores de la sociedad deben participar plenamente en la implementación de los resultados de Río+20 en todos los niveles, incluyendo la formulación de Objetivos del Desarrollo Sostenible con metas claras.
  • Debemos movilizar a todos los interesados directos para la implementación del Plan Estratégico para la Biodiversidad 2011-2020 y las Metas de Aichi (adoptados en la 10ª reunión de la Conferencia de las Partes en el Convenio sobre la Diversidad Biológica) como medios importantes para atacar las causas subyacentes de la pérdida de biodiversidad y reforzar los beneficios para todos derivados de la biodiversidad y de los servicios de los ecosistemas.
  • Debemos asegurar que se instaure con mayor regularidad y consistencia una mejor gobernanza de la utilización de la naturaleza, ofreciendo a los responsables de la toma de decisiones las herramientas e información para evaluar y negociar la utilización sostenible de la naturaleza y el reparto equitativo de los beneficios.
  • Debemos apoyar la gobernanza efectiva y equitativa de la utilización de la naturaleza en todos los niveles que sean pertinentes: la custodia de los recursos naturales por parte de los pueblos indígenas, la gestión integrada de las áreas protegidas y de los recursos naturales, y la toma de decisiones a escala nacional e internacional para el desarrollo sostenible.
  • Debemos brindar un fuerte liderazgo en abogar por una mejor y más equitativa gobernanza de la utilización de la naturaleza y de los recursos naturales. El poder de convocatoria único de la UICN alentará el conocimiento y la acción necesarios para permitir a la humanidad compartir tanto la responsabilidad como los beneficios de la conservación de la biodiversidad.
  • Debemos respetar los derechos de los interesados directos socialmente vulnerables, incluyendo las comunidades locales y los pueblos indígenas, y promoveremos el reparto justo y equitativo de los beneficios derivados de las funciones ecológicas de la biodiversidad. Con este espíritu, alentamos a todos los países a ratificar el Protocolo de Nagoya sobre el acceso a los recursos genéticos y la participación justa y equitativa en los beneficios derivados de su utilización.
  • La UICN trabajará para asegurar que las soluciones basadas en la naturaleza sean el eje de la consecución exitosa de las Metas de Aichi, como así también de los resultados de la Conferencia Río+20 y de los Congresos Mundiales de la Naturaleza. La UICN servirá como catalizador de las acciones para demostrar el papel potencial de una economía verde en las políticas públicas y en la conducta de las corporaciones en el nivel local, regional y mundial.

Aumenta cobertura de áreas protegidas del mundo

  • 12,7% del área terrestre y 1,6% de los océanos del mundo se encuentra bajo algún tipo de protección.
  • Pese al incremento en la cobertura de protección, los ambientalistas aseguran que aún se está lejos de cumplir las metas de Aichi en torno a la conservación de la biodiversidad.
  • Áreas protegidas contribuyen a reducir la desforestación, pérdida de hábitats y especies, y sustentan los modos de vida de más de 1.000 millones de personas.
  • Los datos fueron aportados durante el V Congreso Mundial de la Naturaleza que se realiza en Corea.

Inició Congreso Mundial de la Naturaleza en Corea

Más de 8000 expertos ambientales de 170 países se reúnen en Jeju, Corea del Sur, para asistir al congreso mundial de la naturaleza, considerado el mayor evento conservacionista del mundo. El encuentro, que se realiza cada 4 años, busca soluciones a los principales problemas que afectan al planeta, es organizado por la Unión Mundial para la Naturaleza (IUCN, según sus siglas en inglés), y reúne a organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, científicos, y líderes comunitarios y empresariales, que aportan su visión para el desarrollo conjunto de acuerdos que permitan la generación de compromisos a largo plazo entre las partes.

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