Por Ing. Adileny Salinas (*)
La biodiversidad es la variedad de la vida y se ha visto amenazada debido a la extinción de las especies. No obstante, la tecnología nos apoya en la conservación de la diversidad biológica de dos maneras: dentro y fuera del hábitat natural, a esta última se le llama conservación ex situ.
El término ex situ se refiere a la diversidad biológica que se encuentra en cautiverio o en colecciones. El objetivo de este tipo de conservación es reducir el riesgo de extinción o restablecer la diversidad biológica en el hábitat natural; dichos hábitats existen en dos modalidades: Bancos de germoplasma, los cuales son depósitos que garantizan material vegetal como semillas, esporas, etc.; y por otro lado los centros, lugares como los zoológicos, acuarios y jardines botánicos.
En los bancos la aportación de las tecnologías se hace presente en la búsqueda de sistematizar, digitalizar y compartir información. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, tiene una red de información sobre Recursos Fitogenéticos, donde se facilita el acceso a los materiales genéticos, pudiéndose encontrar cuestiones como: expertos, crecimiento y comportamiento de las especies.
Otro caso dentro de los centros existe el desarrollo de Apps, un ejemplo es el Real Jardín Botánico de Madrid que ofrece opciones de recorridos interactivos y adaptados a cada usuario incluyendo trayectos para personas con movilidad limitada. Otro caso ahora en México, el Acuario de Veracruz dentro de su labor de la conservación y como centro de investigación; desarrolla actividades como el monitoreo de la marea roja a través de técnicas microbiológicas; aunado a lo anterior el centro es pionero en la reproducción de medusas en cautiverio.
Sin duda, el uso de las tecnologías contribuye al conocimiento entre científicos, tomadores de decisiones y público general. Además de que aporta a las tres dimensiones de la sustentabilidad: ambientalmente se percibe por sí solo, económicamente sin recursos naturales no se puede dirigir a las naciones hacia un crecimiento; y por supuesto los usos y costumbres de las comunidades relacionadas con la biodiversidad que dan pie a la cultura rica y fuerte. Por ende, la conservación de la biodiversidad es esencial para el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
(*) Se describe como una persona que cree que la suma de voluntades bajo un enfoque de base científica sólida, que puede guiar hacia el desarrollo sustentable. De formación Ingeniero Ambiental especialista en Economía del Medio Ambiente y Recursos Naturales.
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