Economía Circular: la sostenibilidad a través de la innovación y la colaboración

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(*) Por Nieves Dácil Hernández Lorenzo

En el contexto actual de creciente conciencia sobre la urgencia de abordar los retos medioambientales y lograr un desarrollo sostenible, la economía circular ha surgido como un paradigma que no solo busca cambiar la forma en que concebimos la producción y el consumo, sino que también se constituye en un elemento clave para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y los Acuerdos de París sobre cambio climático.

El concepto de economía circular tiene profundas raíces en la historia del pensamiento económico y ambiental. Entre los ’70 y 80 los economistas suizos Walter Stahel y Fritz Schumacher introdujeron respectivamente los conceptos de “economía de la función de servicio” basado en el cambio de la venta de productos, a la prestación de servicios relacionados, manteniendo las empresas su propiedad y responsabilidad; y el concepto de “tecnología intermedia”, soportado en el desarrollo de soluciones sostenibles y escalables, en contraposición a la tecnología de vanguardia. El economista británico David Pearce, sumó la idea de la “economía ambiental”, que abogaba por la incorporación de consideraciones ambientales en la toma de decisiones económicas. De esta manera se sentaron las bases de la circularidad asociadas a la durabilidad, la reutilización y la minimización de desechos.

El desarrollo de la economía circular ha estado marcado por hitos y avances clave a lo largo del tiempo. En la década de 1990, el biólogo Michael Braungart y el arquitecto William McDonough presentaron el concepto de “Cradle to Cradle” (De la cuna a la cuna). Este enfoque propone el diseño de productos, donde los materiales se mantienen en ciclos cerrados de uso y no generan residuos, soportes actuales del eco-diseño y la producción más sostenible. La Fundación Ellen MacArthur, ha sido un actor influyente en la promoción y el avance de la economía circular. En 2013, la fundación lanzó el informe “Towards the Circular Economy”, que llamaba la atención sobre la necesidad de repensar el sistema económico lineal y presentaba los conceptos centrales de la economía circular.

La economía circular es a su vez la resultante de un mosaico de enfoques que se entrelazan para formar un marco integral. La ecología industrial, que propone que los sistemas industriales imiten los ecosistemas naturales; la biomímesis, que extrae inspiración de la naturaleza para la innovación; la economía azul, que busca inspiración en los ecosistemas marinos; el capitalismo natural, que aboga por internalizar los impactos ambientales. Todos ellos se integran, complementan y enriquecen el enfoque circular con un objetivo común: la sostenibilidad global

La economía circular se basa en tres principios fundamentales:

  • el diseño sostenible, donde los productos se diseñan considerando su ciclo de vida completo, desde la selección de materiales hasta su durabilidad y capacidad de reutilización o reciclaje.
  • el cierre de ciclos, que fomenta la reutilización, el reciclaje y la reparación de productos para mantener los materiales en circulación el mayor tiempo posible y reducir la necesidad de nuevos recursos.
  • la colaboración multisectorial, que promueve la cooperación entre diferentes industrias, gobiernos, empresas y comunidades para optimizar la gestión de recursos y minimizar el impacto ambiental.

A lo largo de los años, se han logrado avances significativos en la implementación de la economía circular en diversas áreas. Las empresas de todo el mundo están adoptando modelos de negocio basados en la durabilidad, la reparación y el alquiler de productos. El eco-diseño ha cobrado relevancia, incorporando materiales reciclados, fácilmente desmontables que permiten actualizaciones. Las plataformas de intercambio y alquiler de bienes que reducen la compra de nuevos, se han incremento de manera exponencial.

A pesar de los avances, la transición enfrenta desafíos significativos tales como:

  • El cambio social de la cultura del “usar y tirar” hacia el “consumo responsable y la reutilización”.  
  • La mejora y eficiencia de los sistemas de recolección, reciclaje y reutilización llevan a cerrar los ciclos de materiales de manera efectiva.
  • La implantación de adecuadas políticas de estímulo para la adopción de prácticas circulares en el conjunto de los sectores productivos.  

La economía circular juega un papel crucial en la consecución de los ODS y los Acuerdos de París, ya que contribuye a la reducción de emisiones al minimizar la extracción de recursos naturales y la generación de desechos, lo que a su vez reduce las emisiones de gases de efecto invernadero. Al fomentar la reutilización y el reciclaje, se reduce la presión sobre los recursos escasos, se incrementa la seguridad alimentaria y energética, se promueve la innovación, la creación de empleo y la equidad.  Con la implantación de la economía circular podemos construir un futuro más sostenible, un mundo más equitativo y resiliente.

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(*) Ingeniero de los Recursos Naturales Renovables. Experta en gestión de proyectos, desarrollo sostenible y medio ambiente. Facilitadora de procesos en el marco del desarrollo sostenible. Líder Global de Vinculación y Sostenibilidad de Vitalis.Contacto: https://www.linkedin.com/in/nievesdacilhernandez/

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