Contaminación Electromagnética: enemigo silente.

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Por Diego Díaz Martín. PhD (*) @DDiazMartin


Cada 24 de junio se celebra el Día Internacional contra la Contaminación Electromagnética, con la finalidad de centrar la atención internacional en torno a las causas y posibles riesgos derivados de la exposición excesiva a las radiaciones del espectro electromagnético, un enemigo silente que debe ser conocido, estudiado y prevenido.

Denominada por algunos como electrosmog, polución magnética o electropolución, la contaminación electromagnética podría definirse como las emisiones generadas por uno o varios focos electromagnéticos, de una misma fuente o frecuencia, o de distintos orígenes y bandas, cuyos efectos sinérgicos supuestamente representan un riesgo para los seres humanos, al igual que el resto de los seres vivos.

Aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) no afirma ni subestima las consecuencias de este tipo de contaminación (al no contarse con estudios científicos suficientemente concluyentes), son ampliamente reconocidos por diversos autores sus posibles efectos:

  • Incremento del riesgo de diversos tipos de cáncer, dados los efectos de la radiación en el ADN.
  • Posible aumento de la fatiga física que deriva en problemas neurológicos como temblores, irritabilidad o migraña, entre otros.
  • Probable alteración de ciclos y funciones reproductivas, incluyendo riesgos de infertilidad y disminución de la libido.
  • Potencial afectación del sistema inmunológico, reduciendo la capacidad de defensa de los seres vivos ante distintas enfermedades.

Entre las fuentes de contaminación electromagnética se encuentran:

  • Líneas de alta tensión.
  • Subestaciones eléctricas.
  • Radares.
  • Antenas de relefonía.
  • Antenas de radio o televisión
  • Conexiones Wifi.
  • Centros de transformación.
  • Conexiones WLAN.
  • Conexiones de Bluetooth.
  • Microhondas y otros electrodomésticos.

Tomando en consideración el principio de precaución internacional, también llamado de cautela, que respalda la adopción de medidas protectoras ante las sospechas fundadas de que ciertos productos o tecnologías crean un riesgo para la salud pública o el medio ambiente (sin que se cuente todavía con una prueba científica definitiva), seguidamente comparto algunas acciones que podríamos emprender, para disminuir los posibles riesgos de la contaminación electromagnética. Entre ellas:

1. Evita cargar el teléfono móvil o celular encima. Estos equipos están transmitiendo y recibiendo información electrónica constantemente, y ¿sabes que?, ¡sus radiaciones atraviesan permanentemente tu cuerpo!

2. Si tienes el router de WIFI o conexiones WLAN cerca de ti, evita mantenerlas encendidas mientras duermes. De ser posible, mantenla siempre lo más alejado de los lugares de casa en donde pases más tiempo. Desconecta toda la red eléctrica de alrededor de las camas y nunca duermas con la televisión encendida.  No te expongas de más a las radiaciones electromagnéticas.

3. Si vives cerca de líneas de transmisión, subestaciones eléctricas y/o radares, asegúrate de proteger tu vivienda de su electromagnetismo. Podrías considerar pinturas de blindaje, textiles protectores, aislantes magnéticos, mallas de blindaje, películas adhesivas y tomas de tierra, entre otros. Consulta a un experto para encontrar la mejor opción.

4. Siempre que sea posible, coloca los electrodomésticos contra paredes que den al exterior. De esta manera, la radiación emanará hacia fuera y evitaremos que la contaminación se quede retenida en las estancias interiores.

5. Desconecta todos los equipos que no están en uso, reduce el uso de aire acondicionado, evita el uso de materiales como moqueta, encimeras y algunos tejidos que también son fuente de estática y/o de radiación electromagnética.

6. Por más cómodo que estés, evita apoyar tu laptop o tablet sobre tus piernas, poner el celular debajo de la almohada, y mucho menos, ponerlo cerca del pecho o de tus órganos sexuales. Estarías creando un bombardeo electrónico innecesario sobre partes muy sensibles.

Con el avance tecnológico, la contaminación electromagnética es un enemigo silente que todos tenemos cerca y que sigue avanzando sin que hagamos nada para detenerla.

Es momento de informarnos, actuar y de evitar sus posibles consecuencias.


(*) El Doctor Diego Díaz Martín es Biólogo, Master en Gerencia Ambiental y Doctor en Proyectos de Ingeniería Ambiental. Es Presidente y Fundador de Vitalis. Síguelo en sus redes sociales para más informaciones como esta: @DDiazMartin

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