Por José David González Merlín (*) @Davidegon
Los bosques ocupan un tercio de la superficie total de nuestro planeta y contienen cerca de 70% de carbono presente en los seres vivos. En el caso de México los bosques representan casi el 18% del territorio mexicano, constituidos en su mayoría por pinos, encinos, cedros blancos y oyameles; ubicados en los estados de Durango, Chihuahua, Veracruz, Michoacán y Oaxaca, principalmente, aportando cerca del 70% de la producción maderable del país para la fabricación de papel, madera y muebles.
Actualmente el sector forestal mexicano se encuentra inmerso en una problemática compleja que abarca distintas áreas: normativa, ambiental, técnica, comercial y social. Por tal motivo es urgente plantear una estrategia de producción y aprovechamiento forestal en México, que permita el fortalecimiento de la participación ciudadana incluyendo a los actores clave, el impulso a la producción forestal sustentable y buscar disminuir las importaciones de productos forestales.
Se requiere establecer acompañamiento técnico que coadyuve a potenciar las capacidades de comunidades, ejidos y propietarios forestales para la producción sustentable; en sinergia con la conservación y restauración bajo un enfoque de territorio multifuncional que considere los derechos sobre la tierra y los bosques.
Es importante que las instancias se enfoquen y trabajen de manera conjunta, para la construcción de un futuro en el que los bosques existan fortalecidos y sean bien aprovechados. Para ello, la inversión pública deberá ser eficaz, transparente y considerar la adquisición de infraestructura y tecnologías sustentables para la producción forestal. Es imprescindible fomentar la investigación así como la inversión de activos públicos y el desarrollo de políticas forestales con visión de largo plazo que impulsen el Manejo Forestal Comunitario como forma colectiva, ordenada y organizada del manejo de los bosques.
Toda vez que se logra implementar una política forestal sustentable dentro de un marco legal aplicable, se podrá aprovechar de los servicios ambientales que los bosques ofrecen: la producción de oxígeno, la regulación del régimen hidrológico, la reducción de la erosión, la regulación climática, la captura y almacenamiento de carbono, la belleza escénica para el entretenimiento, la contemplación de paisajes y el desarrollo de diversos servicios turísticos.
Conservar los bosques depende de nosotros. Fomentar la conciencia social sobre el respeto a cada ser vivo es una manera de vivir en plenitud. Te invito a sumarte.
(*) Economista Agrícola, Maestro en Agronegocios, actualmente cursando la Maestría en Tecnologías para el Desarrollo Sustentable por la Universidad Anáhuac. Consultor agrícola-ambiental. Universidad Anáhuac Facultad de Ingeniería CADIT Maestría en Tecnologías para el Desarrollo Sustentable Materia: Desarrollo Sustentable y Medio Ambiente
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