Ing. Javier Alejandro González Contreras (*)

El agua es un recurso natural finito, indispensable para la subsistencia de todo ser viviente. Sin embargo, su contaminación, está comprometiendo su disponibilidad presente y futura.

La disponibilidad de agua promedio anual en el mundo es de aproximadamente 1,386 millones de km3, de los cuales el 97.5% es salada y sólo 2.5%, es decir 35 millones de km3, es agua dulce. De esta cantidad casi 70% no está disponible para consumo humano debido a que se encuentra en forma de glaciares, nieve o hielo.

El agua para su uso es la llamada dulce, proveniente de ríos y mantos acuíferos, sin embargo, la misma debe ser potabilizada para su consumo humano.

Se puede considerar que el agua está contaminada cuando es alterada en sus propiedades, haciéndola peligrosa para su uso en las actividades humanas o para el resto de los seres vivos.

Las principales fuentes de contaminación del agua proceden de la agricultura, el sector doméstico, las industrias y el petróleo. La situación es tan grave que menos de 20% de las aguas residuales son tratadas en América Latina.

Existen diferentes métodos utilizados por los seres humanos para ayudar a controlar la contaminación del agua. Su selección dependerá del destino final que se le dará al agua, así como del grado de contaminación existente en la misma y dependerá las características particulares del agua a tratar, así como de la calidad requerida, del tipo y cantidad de residuos que se generen durante los procesos.

La aceptación de la comunidad o grupos de personas a la que le brindará el beneficio es clave en este proceso, así como el método seleccionado pues permitiría la generación de subproductos como fertilizantes o biogás, que aporten ventajas económicas y contribuyan a la sustentabilidad de esa región.

El tiempo de vida útil de los equipos empleados en los métodos de tratamiento, la disponibilidad del terreno, sus características, y el costo del mismo para la implementación de los procesos y del costo de inversión, de operación y mantenimiento del proyecto también son criterios de selección importantes.

Otros elementos para tomar la decisión apropiada son el diseño, construcción y equipamiento requeridos en el proceso, la sencillez de operación del proceso, la seguridad de operación sin que presente fallas que afecte la calidad del proceso, el personal que se requiera para su operación y la disponibilidad de refacciones para proporcionar el mantenimiento preventivo-correctivo.

Finalmente, y no menos importante, el impacto que genere al medio ambiente durante su operación, como la producción del ruido, malos olores, condiciones para la reproducción de animales dañinos o molestos, son criterios fundamentales en la selección del método usado para controlar la contaminación del agua.

Para mitigar los efectos sobre la contaminación del agua, debe existir coordinación y cooperación en las diferentes autoridades quienes deben seleccionar las tecnologías más apropiadas para la conservación de los recursos hídricos.

Sin embargo, la principal responsabilidad recae en cada uno de nosotros, ya que tenemos que hacer conciencia que al verter toda clase de basura o desechos que contaminan al medio ambiente y particularmente al agua, atentamos contra nuestra propia existencia y el de las generaciones futuras.

 

(*) Ingeniero Industrial, translogme@gmail.com

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