Diego Díaz Martín, Presidente de VITALIS y Jefe del Departamento de Estudios Ambientales de la Universidad Metropolitana, resalta la conveniencia de promover la desconcentración urbana de la franja costera, recordando que “alrededor del 60% de la población venezolana vive en menos del 10% del territorio nacional, lo cual demanda bienes y servicios, y genera impactos ambientales significativos en los territorios que ocupan”. Por ello, frente a la propuesta presidencial recomienda actuar con cautela, “pues no sólo se estaría sentando un precedente lamentable en la integridad de los parques nacionales de Venezuela, sino pudiendo poner en riesgo a las poblaciones humanas, habitando territorios con pendientes muy elevadas que conllevan los mismos riesgos de los lugares que habitaban y por los cuales debieron ser desalojados”.

 

Por su parte Yazenia Frontado, Coordinadora de Proyectos de VITALIS, destaca que “por lo general, las zonas de pendiente mantienen una dinámica natural, pero cuando estas son intervenidas con fines distintos a su vocación de uso, los impactos generados, sumados a los cada vez más frecuentes fenómenos naturales, generan un riesgo que muchas veces sobrepasa la capacidad de actuación de los organismos competentes”.

 

Frente a los anuncios presidenciales, Díaz Martín destaca que “este proyecto -como cualquier otro- requiere de una evaluación de impacto ambiental y socio-cultural, que dictamine su factibilidad, así como las medidas para mitigar sus posibles efectos”. Este documento debe ser público y con una base estrictamente técnica, apoyado del amplio conocimiento científico disponible en las diversas instituciones gubernamentales, y especialmente en las universidades nacionales y las ONG. A ello Frontado agrega: “las personas que viven en zonas de pendiente deben entender que son vulnerables ya que fenómenos como las lluvias, sobre todo cuando son persistentes, disminuyen poco a poco la resistencia del suelo, haciendo que el misma ceda y originando la emergencia”. Por ello “es necesario que ante cualquier construcción que se quiera realizar en zonas de alta pendiente, hacer estudios geohidrológicos de la zona para disminuir los riesgos a causa de planificaciones urbanas deficientes o mal estructuradas”.

 

VITALIS es partidaria de promover la construcción de viviendas en terrenos que guarden las condiciones mínimas de seguridad, además de las oportunidades de empleo, educación, salud y esparcimiento, en el marco de la desconcentración urbana, disminuyendo la densificación que sólo trae impactos negativos que disminuyen la calidad de vida de sus habitantes. En estas materias, destaca la enorme dificultad para llevar agua a cotas superiores a las ya existentes en la vertiente norte del Parque Nacional, y que fue informado y reconocido públicamente por el actual Ministro del Ambiente en el año 2.005.

 

Asimismo, VITALIS recuerda que cualquier desafectación de los linderos del Parque Nacional requiere la aprobación del Consejo Nacional para la Ordenación del Territorio y de la Asamblea Nacional, pues los Parques Nacionales se rigen, además del marco jurídico nacional, por la Convención de Washington, por ser un acuerdo internacional ratificado por el Estado Venezolano.

 

VITALIS destaca que el Derecho a la Vivienda está consagrado en nuestra constitución y está abierta a todos los proyectos dirigidos a solventar la precaria situación del sector. Sin embargo, resalta que el Derecho a un Ambiente Sano y Ecológicamente Equilibrado también es fundamental, por lo que uno no está por encima del otro. Los Parques Nacionales también son mencionados en nuestra constitución nacional como una “obligación del estado a proteger a perpetuidad”. En este sentido, “no sólo están en riesgos las personas que habiten las pendientes que pudieran ser ocupadas, sino se afectan los procesos ecológicos esenciales y los fenómenos evolutivos propios de los ecosistemas naturales, hoy afortunadamente protegidos bajo la figura de Parque Nacional”, señala Díaz Martín.

 

Finalmente, VITALIS destaca que los proyectos habitacionales deben ser ecoeficientes, es decir, elaborados con materiales y tecnologías “limpias” y diseños que aprovechen no sólo de manera eficiente el espacio, hagan un buen uso de la iluminación y la ventilación natural, fomente el uso racional del agua y maneje apropiadamente sus residuos y desechos.

Diego Díaz Martín, Presidente de VITALIS y Jefe del Departamento de Estudios Ambientales de la Universidad Metropolitana, resalta la conveniencia de promover la desconcentración urbana de la franja costera, recordando que “alrededor del 60% de la población venezolana vive en menos del 10% del territorio nacional, lo cual demanda bienes y servicios, y genera impactos ambientales significativos en los territorios que ocupan”. Por ello, frente a la propuesta presidencial recomienda actuar con cautela, “pues no sólo se estaría sentando un precedente lamentable en la integridad de los parques nacionales de Venezuela, sino pudiendo poner en riesgo a las poblaciones humanas, habitando territorios con pendientes muy elevadas que conllevan los mismos riesgos de los lugares que habitaban y por los cuales debieron ser desalojados”.

Por su parte Yazenia Frontado, Coordinadora de Proyectos de VITALIS, destaca que “por lo general, las zonas de pendiente mantienen una dinámica natural, pero cuando estas son intervenidas con fines distintos a su vocación de uso, los impactos generados, sumados a los cada vez más frecuentes fenómenos naturales, generan un riesgo que muchas veces sobrepasa la capacidad de actuación de los organismos competentes”.

Frente a los anuncios presidenciales, Díaz Martín destaca que “este proyecto -como cualquier otro- requiere de una evaluación de impacto ambiental y socio-cultural, que dictamine su factibilidad, así como las medidas para mitigar sus posibles efectos”. Este documento debe ser público y con una base estrictamente técnica, apoyado del amplio conocimiento científico disponible en las diversas instituciones gubernamentales, y especialmente en las universidades nacionales y las ONG. A ello Frontado agrega: “las personas que viven en zonas de pendiente deben entender que son vulnerables ya que fenómenos como las lluvias, sobre todo cuando son persistentes, disminuyen poco a poco la resistencia del suelo, haciendo que el misma ceda y originando la emergencia”. Por ello “es necesario que ante cualquier construcción que se quiera realizar en zonas de alta pendiente, hacer estudios geohidrológicos de la zona para disminuir los riesgos a causa de planificaciones urbanas deficientes o mal estructuradas”.

VITALIS es partidaria de promover la construcción de viviendas en terrenos que guarden las condiciones mínimas de seguridad, además de las oportunidades de empleo, educación, salud y esparcimiento, en el marco de la desconcentración urbana, disminuyendo la densificación que sólo trae impactos negativos que disminuyen la calidad de vida de sus habitantes. En estas materias, destaca la enorme dificultad para llevar agua a cotas superiores a las ya existentes en la vertiente norte del Parque Nacional, y que fue informado y reconocido públicamente por el actual Ministro del Ambiente en el año 2.005.

Asimismo, VITALIS recuerda que cualquier desafectación de los linderos del Parque Nacional requiere la aprobación del Consejo Nacional para la Ordenación del Territorio y de la Asamblea Nacional, pues los Parques Nacionales se rigen, además del marco jurídico nacional, por la Convención de Washington, por ser un acuerdo internacional ratificado por el Estado Venezolano.

VITALIS destaca que el Derecho a la Vivienda está consagrado en nuestra constitución y está abierta a todos los proyectos dirigidos a solventar la precaria situación del sector. Sin embargo, resalta que el Derecho a un Ambiente Sano y Ecológicamente Equilibrado también es fundamental, por lo que uno no está por encima del otro. Los Parques Nacionales también son mencionados en nuestra constitución nacional como una “obligación del estado a proteger a perpetuidad”. En este sentido, “no sólo están en riesgos las personas que habiten las pendientes que pudieran ser ocupadas, sino se afectan los procesos ecológicos esenciales y los fenómenos evolutivos propios de los ecosistemas naturales, hoy afortunadamente protegidos bajo la figura de Parque Nacional”, señala Díaz Martín.

Finalmente, VITALIS destaca que los proyectos habitacionales deben ser ecoeficientes, es decir, elaborados con materiales y tecnologías “limpias” y diseños que aprovechen no sólo de manera eficiente el espacio, hagan un buen uso de la iluminación y la ventilación natural, fomente el uso racional del agua y maneje apropiadamente sus residuos y desechos.

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