El Parque Nacional El Avila (Waraira Repano) está de cumpleaños y pese a los esfuerzos promovidos por las autoridades de INPARQUES para mantener y conservar el área protegida, diversas amenazas amenazan su integridad.
Diego Díaz Martín, Presidente de VITALIS y Jefe de Estudios Ambientales de la UNIMET señaló que existen existen fuertes presiones de invasión por diversos lugares del Parque Nacional, además de los problemas de inseguridad, que han robado tranquilidad en muchas zonas de esta área dedicada a proteger procesos ecológicos esenciales y sus fenómenos evolutivos asociados. Adicional a lo anterior figura la necesidad de contar con mayor inversión en el área protegida, que permita disponer de más guardaparques, así como equipos para la movilización terrestre y aérea, y sistemas de monitoreo, vigilancia y control ambiental en puntos estratégicos del área.
El Parque Nacional Waraira Repano está ubicado en la zona central de la Cordillera de la Costa, al norte de Venezuela, y comprende el área montañosa entre el Mar Caribe y los valles de Caracas, Guatire, Guarenas y Barlovento. A escala político territorial abarca los Estados Vargas (vertiente norte), Distrito Capital (vertiente sur) y Miranda (ambas vertientes al extremo este).
El Parque Nacional fue establecido con el nombre El Avila el 12 de diciembre de 1958 con una superficie inicial de 66.192 hectáreas, ampliado en su superficie a 81.900 hectáreas en 1974. Por Decreto Presidencial cambió su nombre a Parque Nacional Waraira Repano a fin de promover el vínculo cultural de los primeros pobladores indígenas de la región y honrar la herencia histórica aborigen que dio su nombre original.
El Parque Nacional El Avila tiene por objetivo principal conservar un conjunto de paisajes relevantes y representativos de la zona montañosa de la Cordillera de la Costa, mediante el cumplimiento de los siguientes objetivos específicos:
1. Conservar comunidades bióticas representativas de los ecosistemas, bosques secos, húmedo, muy húmedo, de galerías, subpáramo, sabana y espinar costanero.
2. Conservar la biodiversidad y el equilibrio, garantizando la continuidad de los procesos evolutivos, las migraciones animales y el normal flujo de materia y energía entre los ecosistemas presentes.
3. Conservar los Recursos Genéticos de las comunidades naturales y evitar la pérdida de especies de flora y fauna.
4. Conservar los lugares, objetos y tradiciones del patrimonio histórico cultural.
5. Mejorar la calidad de vida de los habitantes de las áreas aledañas al Parque Nacional, así como el de las poblaciones ubicadas en las zonas de uso poblacional autóctonas, a través del flujo de recursos económicos, generados por las actividades que los visitantes del Parque
Nacional realicen, en especial el ecoturismo y el excursionismo.
6. Conservar los paisajes de montaña de gran belleza escénica, que se consideran como monumento natural de la Ciudad de Caracas.
7. Mantener y garantizar los recursos hídricos de todas las cuencas existentes en el Parque Nacional.
8. Proporcionar medios y oportunidades para la investigación científica y la educación.
9. Proporcionar a la colectividad oportunidades para la recreación y el turismo.
10. Velar por el mantenimiento de las buenas condiciones de calidad ambiental en todos sus ecosistemas.
11. Establecer mecanismos de control ambiental para todas las actividades que se realicen dentro del Parque Nacional y que sean susceptibles de degrada su medio natural, así como aquellas externas que puedan perjudicarlo.
La conservación de la Biodiversidad es un asunto de suma importancia para todos los países, en especial aquellos en vías de desarrollo, donde el futuro dependerá del estado, conservación y conocimiento sobre sus recursos naturales. Gran parte de tales esfuerzos se centra en los Parques Nacionales, de allí que su efectiva conservación debe ser, por lo tanto, un objetivo prioritario de los gobiernos y un compromiso compartido de todos los miembros de la sociedad. . De su conservación y manejo adecuado depende, en gran parte los recursos que deleguemos a las futuras generaciones.
Fotografía cortesía de Beatriz Morín.