Desde el año 2001 y por decisión de la Asamblea General de la ONU, cada 22 de mayo se celebra el Día Mundial de la Biodiversidad en conmemoración de la aprobación del Convenio sobre la Diversidad Biológica de 1992.
El año 2015 la celebración estará dedicada al desarrollo sostenible, con lo cual se busca difundir el significado y el valor de la diversidad biológica (especies y ecosistemas) en la vida humana y, al mismo tiempo, destacar la responsabilidad que tenemos todas las personas para salvaguardar los ecosistemas (flora, fauna, recursos naturales) y tratarlos en forma sostenible a fin de asegurar un entorno saludable para las siguientes generaciones.
Latinoamérica concentra la mayor biodiversidad
América Latina concentra la mayor diversidad biológica del planeta. Cuenta con seis de los diez países con la mayor diversidad biológica del mundo (Brasil, Colombia, México, Venezuela, Ecuador y Perú).
Solo América del Sur posee más de 40% de la biodiversidad del planeta y más de una cuarta parte de los bosques. El Arrecife Mesoamericano es la mayor barrera de arrecifes de coral en el hemisferio occidental. América Central, con solo un 0,5% de la superficie terrestre del planeta, tiene un 10% de toda su biodiversidad. Un 40% de la flora del Caribe no se encuentra en ningún otro sitio del planeta. Estas cifras son impresionantes, en especial cuando se toma en cuenta que la región representa solo un 16% de la superficie terrestre global y solo tiene un 10% de la población humana.
Sin embargo, hoy en día los ecosistemas en toda la región de América Latina están generalmente en peor estado que en décadas anteriores. Esto significa que la resistencia del ecosistema (su capacidad para adaptarse y soportar impactos externos) se reduce constantemente, al mismo tiempo que el mundo enfrenta el cambio climático y sus consecuencias de amplio alcance.
Biodiversidad y sustentabilidad
Más de 3000 millones de personas dependen de la biodiversidad marina y de los litorales para subsistir y otros 1600 millones dependen de los bosques. La degradación de nuestro planeta y la pérdida de biodiversidad amenazan el sustento de más de 1000 millones de personas que viven en zonas secas y subhúmedas.
Sin embargo, en América Latina cerca de un cuarto de la población vive con menos de US$ 2 al día, y en zonas rurales, 55% de la población no tiene acceso a fuentes de agua seguras. Adicionalmente, la región confronta serios problemas para garantizar la producción de alimentos y el bienestar general de la población, aunado a la degradación y pérdida de la biodiversidad y de los servicios ecosistémicos, que dificulta la capacidad de estos grupos para sobrellevar el cambio ambiental, sumiéndoles aún más en la pobreza.