Los diversos incendios forestales que han venido ocurriendo en distintos parques nacionales de Venezuela preocupan a los conservacionistas, las autoridades y en general a la ciudadanía. La temporada seca y las altas temperaturas nuevamente ponen alerta al país, por lo que se hace necesario intensificar las campañas de educación y prevención, así como los mecanismos para lograr una respuesta más inmediata. Tal afirmación la realizó el Biólogo Diego Díaz Martín, Presidente de VITALIS y Jefe de Estudios Ambientales de la UNIMET, al ser consultado ante los recientes incendios en los parques nacionales Warairarepano (El Avila) y Henri Pittier.
En cuanto al origen de los incendios, Díaz Martín señala que es muy difícil, por no decir imposible, que los incendios forestales se puedan producir espontáneamente en las regiones tropicales. Por esta razón alertó a las autoridades a permanecer atentas sobre las causas que determinan su recurrencia en Venezuela, recordando que la “Ley Penal del Ambiente de 2012 en su artículo 65, establece prisión de uno a seis años o multa de un mil a seis mil unidades tributarias, a quienes causen incendios de vegetación natural”. Asimismo, Díaz Martín señala que “sí las áreas incendiadas colindan con bosques que surtan de agua a las poblaciones, la pena será de dos a siete años o multa de dos a siete mil unidades tributarias”.
Dicho de otra manera, dado que la unidad tributaria actual es de Bs. 127, las multas por causar incendios de vegetación pudieran llegar hasta 889 mil bolívares.
El líder de VITALIS también indica que la Ley Penal del Ambiente considera agravantes genéricos y aumentos de penalidad, que pudieran hacer que las sanciones anteriores fueran mayores. En tal sentido, a manera de ejemplo, señala que un Juez pudiera considerar como circunstancias agravantes de la responsabilidad penal cuando tales incendios ocurran en temporada de sequía, o aumento hasta la mitad de la penalidad cuando el delito se cometiere en áreas sometidas a régimen de administración especial, como son los parques nacionales.
Si bien muchos de estos incendios atacan vegetación baja como herbazales, Díaz Martín indica que dependiendo de su conformación físico-natural, “la recuperación de un bosque silvestre puede tardar entre 10 y 70 años, pues los incendios forestales arrastran consigo innumerables consecuencias como la destrucción de la fauna y la flora y su hábitat natural, empobrecimiento y erosión de los suelos, interrupción de los ciclos del agua y del oxígeno, con la correspondiente pérdida de agua para el consumo humano, contaminación atmosférica producto de las fuertes emanaciones, destrucción de la belleza del paisaje y hasta el recalentamiento de la atmósfera por su contribución al efecto invernadero”.
El presidente de la organización no gubernamental VITALIS también resalta la efectiva coordinación de los esfuerzos a nivel de la región capital entre las diversas autoridades competentes y los grupos de voluntarios, pese a los limitados recursos. “INPARQUES merece nuestro reconocimiento por todo el trabajo desplegado junto a las brigadas de voluntarios, bomberos metropolitanos, Guardia Nacional y Protección Civil”. Sin embargo, también reconoce que tal coordinación debe extenderse a otras regiones del país, para lograr respuestas igual o más rápidas, pues es un área que requiere de apropiada dotación de personal y financiamiento, así como de todo el apoyo de la ciudadanía.
RECOMENDACIONES PARA EVITAR INCENDIOS FORESTALES
VITALIS formula una serie de recomendaciones para prevenir los incendios forestales:
1) Respete las rutas y horarios de uso de los parques nacionales. Algunas áreas protegidas como el Parque Nacional Warairarepano (El Avila) tienen restricciones de acceso que deben ser conocidas y respetadas.
2) Notifique inmediatamente a las autoridades cualquier columna de humo o incendio, a través de los números de emergencia como el 171, o aquellos facilitados por las empresas de telefonía celular. También puede usar el número 0800–
3) Antes de reportar un incendio, asegúrese de tener a mano la locación exacta, con referencia de poblados cercanos, y un número de teléfono donde las autoridades puedan ubicarle, en caso de necesitar más información.
4) Nunca queme basura. Tráigala siempre de vuelta a su lugar de origen y deposítela en forma apropiada, y no deje de notificar a las autoridades la existencia de botaderos ilegales que pudieran convertirse en un riesgo para las áreas protegidas, así como para las mismas personas y sus bienes en las zonas adyacentes.
5) No lance colillas de cigarrillos al piso, y mucho menos a la vegetación.
6) En áreas naturales evite encender velas o fogatas, a menos que sea permisado o estrictamente necesario, y esté alejado de la vegetación. En todo caso nunca pierda la vista del fuego, y asegúrese de apagarlo bien al retirarse del lugar.
7) No se arriesgue a combatir un incendio si no es especialista. Comuníquese con los guardaparques y no entorpezca las labores de las autoridades.
8) Esté atento a participar en los programas de reforestación que son promovidos a nivel nacional. Es posible que su ayuda como voluntario sea requerida y necesaria.
Fotos: Archivo VITALIS
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