Sindemia, aumento de brechas y resiliencia.

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(*) Por Alberto Rodríguez

El ODS 10 se orienta a reducir las desigualdades en y entre países. Está dentro de la “P” de “Prosperidad“. Consiste en el difícil reto de promover un progreso social, económico y tecnológico que siendo respetuoso con el ambiente permita una vida prospera para todos. Progreso más acelerado para los sectores vulnerables, que resulte en un empuje que permita reducir las brechas que existen. No se puede dejar a nadie atrás.

El concepto de sindemia resulta importante para entender los efectos del covid 19 en las variaciones significativas dentro de las comunidades, países y regiones. Sindemia es un neologismo que combina sinergia y pandemia, situación en que varias epidemias coexisten y se potencian mutuamente, facilitada por condiciones sociales y ambientales que hacen que algunos grupos sean más vulnerables o sufran más las implicaciones que se generen.

La noción de sindemia nos permite ver dos momentos de los efectos generados por el covid de manera diferencial en los grupos sociales y los países: el inicial, de los contagios y, el siguiente, de los múltiples impactos que generan, observándose un aumento en las brechas de estos grupos y países:

  • Aumento de las brechas de los impactos posteriores.
  • Aumento de las diferencias del acceso a la educación y de calidad de la misma, con una disminución significativa de la empleabilidad para algunos grupos sociales.
  • Aumento de los ingresos para algunos grupos sociales en contrate con el aumento del desempleo y la disminución de los ingresos para otros. Situación que agranda las diferencias de las remuneraciones previas.
  • Incremento sustancial de las grandes fortunas por capitalización de propiedades, acciones, bienes de lucro y otros activos que tienes a su disposición, en contraste con la depreciación de las propiedades y activos de sectores medios y bajos de las sociedades.

El aumento de las brechas puede tener dos alcances. Uno que sería circunstancial pues se pudiese recuperar después de la ocurrencia de la pandemia. Otra que sería más estructural y que al relacionarse a la sindemia seria más difícil de solucionar. El aumento de las brechas significa hablar de ampliación de las diferencias en la prosperidad.

La prosperidad se construye con la gente, pero se requiere tener las herramientas para ello. Algunos la pueden tener, pues fueron resistentes (lograron superar la situación con los recursos disponibles) durante la pandemia y otros que tenemos la esperanza que sean resilientes (padecieron la situación y fueron marginados por varias vías durante la sindemia).

La resiliencia es la capacidad de superar un shock que se sufrió severamente. En este caso está relacionado con los perdedores, los que fueron excluidos, los que padecieron los daños y logran “resucitar”. Imaginemos jóvenes que quedaron fuera del servicio educativo y logran tener competencia en empleabilidad similar a los que si participaron en escuelas de calidad, clave para el desarrollo económico sostenible de las naciones.

El reto de reducir la desigualdad entre los países y a lo interno de los países (ODS 10) pasa por trascender las prácticas convencionales aplicadas e incorporar perspectivas/herramientas de innovación para el desarrollo social y económico basados en la “P” de “Prosperidad”. Ya no resulta suficiente tratar de repetir las experiencias exitosas actuales (puntos de llegadas) sino emular los recorridos que, de forma acelerada, lograron recortar las brechas existentes (caminos realizados).

El ODS 10 es un objetivo que es más consecuencia de la integración de los logros de los otros objetivos. Especialmente útil si lo vemos con la noción de las 5P (Prosperidad, Planeta, Paz, Personas, Alianzas). Desarrollar un aumento de la prosperidad pasa por una economía robusta, que supone personas con empleabilidad competitiva, que en una América Latina con amplia biodiversidad basarse en el planeta, que en algunos casos disminuir la violencia (Paz), para lo cual se requiere fomentar alianzas entre las organizaciones, comunidades y actores sociales para multiplicarlo. Los logros de este objetivo pasan por tener logros en los otros desde una perspectiva más competitiva.

La resiliencia como clave de la disminución de la brecha puede pasar por la innovación permanente desde las oportunidades de las economías de colores: Verde (naturaleza), Naranja (creatividad), y Plateada (Cuidado). Para lo cual se requiere de una perspectiva y acción compartida entre los actores de nuestra sociedades/comunidades.

(*) Alberto Rodríguez. Licenciado en Sociología y Licenciado en Educación con Maestría en Administración. Investigador, consultor y facilitador de proyectos sociales y organizaciones de desarrollo. Actualmente es el Coordinador de Sociología de la Universidad Católica Andrés Bello, Caracas, Venezuela.

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