Derrame petrolero en el Río Guarapiche

Los recientes acontecimientos en el Río Guarapiche ponen en evidencia la importancia de diversos elementos fundamentales en el manejo de derrames de hidrocarburos, en los que la prevención de la contaminación, la transparencia en el manejo de la información y el desarrollo de acciones para manejar la contingencia, son claves para la solución del problema.

En opinión de Diego Díaz Martín, Presidente de VITALIS y Jefe de Estudios Ambientales de la Universidad Metropolitana, la lamentable situación ocurrida en el Río Guarapiche “puso en evidencia la necesidad de articular esfuerzos en los que el manejo de la información veraz y oportuna son claves para abordar de manera responsable el problema”. En opinión del líder de VITALIS, “la respuesta ante la contingencia debió llegar mucho antes, y el manejo poco claro y hasta confuso de la información por parte de las autoridades, generó muchas dudas sobre la magnitud, los efectos e impactos ambientales derivados del mismo”.

La contaminación por petróleo se produce por su vertido accidental o intencional en el ambiente, provocando efectos e impactos adversos sobre el medio natural y los seres humanos, directa o indirectamente. Ello involucra todas las operaciones relacionadas con la explotación y transporte de hidrocarburos, que pudiera conducir inevitablemente al deterioro gradual del ambiente, afectando en forma directa al suelo, agua, aire, y a la fauna y la flora.

Asimismo, destaca el daño económico de las zonas afectadas, bien sea por disminución de la productividad pesquera, turística o uso recreativo, o por afectación directa de los bienes y servicios ambientales asociados a las áreas afectadas.

La existencia de una “película” del combustible también puede aislar el medio físico y/o acuático, impidiendo el paso de la luz, con lo cual se afectan los procesos ecológicos esenciales, incluyendo la obstrucción de los ciclos de la energía y la materia, y el funcionamiento de la cadena alimentaria.

También hay que destacar los efectos que sobre la salud humana puede tener el vertido de hidrocarburos aromáticos policíclicos, los compuestos orgánicos persistentes, los compuestos organoclorados y varios metales pesados.

Ante la ola de rumores sobre otros supuestos derrames, VITALIS alerta a la colectividad a no caer en denuncias irresponsables que pudieran distraer la atención de los organismos competentes. Sin embargo, insta a todos los ciudadanos a ejercer la contraloría social y ambiental, reportando cualquier situación irregular identificando la fuente de la contaminación, la posición geográfica, la hora del hallazgo y de ser posible documentarlo fotográficamente. Ello permitiría informarlo a las autoridades correspondientes y a los medios de comunicación social, con miras a lograr una respuesta inmediata y oportuna, que minimice los daños al ambiente y a las personas.

Opinión en el Blog de VITALIS: La realidad de Guarapiche: un daño ambiental irreversible y generacional

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