Por: Rafael Josué Otero Kim (*)
El acceso al agua potable y el saneamiento, son dos grandes desafíos del mundo actual. Sin dudas, un gran reto para las poblaciones humanas desde la perspectiva de la sustentabilidad ambiental.
Muchos de quienes habitamos planeta, con acceso ilimitado al agua potable y de servicios de saneamiento, tenemos la concepción de que en el resto del planeta las condiciones de acceso son iguales para todos, ignorando la problemática que existe alrededor de este tema y las implicaciones a la sustentabilidad ambiental.
El agua y los servicios de saneamiento, constituyen un derecho humano declarado por la Organización de las Naciones Unidas y debe ser de calidad, accesible, suficiente y saludable.
En México desde hace 15 años, fuentes oficiales reportan un aparente “incremento” en el número de personas y casas habitación que tienen acceso a estos servicios.
El acceso del agua potable, de 1990 a 2015, se incrementó de 78.4% a un 95.3%. Por su parte los servicios de saneamiento se incrementaron de 58.6% al a 91.4% durante el mismo período. Sin embargo, estas cifras no reflejan la realidad de nuestro país, ya que estos indicadores no contemplan aquellas personas que no están registradas en los sistemas formales de acceso a los servicios públicos, o aquellas que no tienen acceso a una vivienda con la infraestructura para el acceso al drenaje, ni tampoco contempla la calidad de los servicios.
Sin dejar de reconocer los esfuerzos emprendidos por los distintos gobiernos de México, es fundamental priorizar el objetivo número 6 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible referente al Agua Limpia y Saneamiento, ya que es fundamental para el desarrollo socio-económico, el disfrute de ecosistemas saludables y la supervivencia humana.
Sin agua limpia y servicios de saneamiento de alta calidad, es imposible que exista un medio ambiente sano, ya que se contaminan los lagos, los mares, ríos y las propias las comunidades, y proliferan las enfermedades, y por ende la muerte.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas la escasez de agua afecta a más del 40% de la población mundial y existe un pronóstico de que al menos una de cuatro personas se verá afectada por escasez recurrente de agua para el año 2050. Asimismo, dos tercios de la población mundial vivirán en países sin acceso al agua o con limitaciones muy importantes para el año 2025. Por ello es sumamente importante y vital, y debe ser bien manejado de manera óptima y eficaz.
Es importante que revisemos la distribución de la riqueza en el mundo y como se correlaciona dicha distribución con el acceso al agua potable que tiene el humano, sin importar sexo, raza, edad, o religión
Tomando en cuenta que la población mundial seguirá creciendo, por lo que debemos impulsar y establecer acciones concretas, con planteamientos técnicamente fundamentados para lograr la sustentabilidad ambiental,
El agua es un recurso insustituible, y por su naturaleza finita, debemos garantizar su uso y conservación a perpetuidad.
(*) Lic. Administración de Empresas, rafael.josue.otero@gmail.com